Se llegó a un acuerdo conjunto entre el Gobierno y la Embajada de Estados Unidos, para anunciar la resolución del incidente, como un hecho debido a fallas administrativas. Si bien no se hace ver como una derrota para el gobierno argentino, la presión que ejerció Washington aduciendo bloqueos a posibles acuerdos por la deuda Argentina ante el Club de Paris y la negativa de la embajadora Vilma Martínez a celebrar la fiesta de la independencia de los Estados Unidos, en la sede de la embajada en Buenos Aires, que es algo que se hace desde siempre, fueron puntos tenidos en cuenta por Cristina Fernández para rever el aplazamiento de la devolución hasta pasadas las elecciones de Octubre.
Ambos estados se comprometieron a respetar sus intereses y normas como así también los valores y responsabilidad que ambos tienen en las diversas actividades conjuntas.
El canciller Héctor Timerman no estuvo en la reunión entre los representantes del país del Norte con los funcionarios de la Aduana y del Ministerio de Relaciones Exteriores, ya que lideró el operativo de incautación en Ezeiza en Febrero pasado. Esto no lo deja bien parado al canciller, pues la presidente dio por tierra con la decisión de Timerman y contradice su actitud en duros términos con los militares estadounidenses, que venían a brindar un curso de capacitación, invitados por el gobierno, a la Policía Federal.
Esto comenzó el día 10 de Febrero de 2011 cuando un avión militar de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que traía armamento para realizar prácticas con la Policía Federal, fue demorado. Esto iba a ser financiado por Washington. Pero al ver que lo incautado no había sido declarado, pues no coincidía con lo manifestado, se decidió a secuestrar el material.
El gobierno de Obama pidió la inmediata restitución, pero fue negada. Ahora, reviendo las posiciones, los responsables de la Dirección General de Aduanas dijeron que se estaba al tanto del contenido y se sabía del viaje de este avión desde Octubre de 2010. Los ánimos se calmaron pero Argentina no quedó bien parada debido a un mal manejo de algunos funcionarios.