En unas declaraciones publicadas por el tabloide británico 'The Times', la reportera en cuestión cuenta cómo Strauss-Kahn se fijó en ella tras haber mantenido una entrevista en grupo. "Consiguió mi número de teléfono a través de su embajada o del Instituto Francés y me empezó a llamar diciéndome: 'Si sales conmigo, tendrás tu entrevista", señala la reportera, a la que el periódico llama, de forma ficticia, 'Martina'. De hecho, 'Martina' asegura que el responsable del FMI quiso ir a su lugar de trabajo, a lo que ella, que conocía la preeminencia del economista, se negó, y añade que el francés "casi suplicaba" y le colgó el teléfono.
El pasado noviembre, dos años después de ese primer encuentro, estando ella embarazada, Strauss-Kahn se presentó en la ciudad en la que la periodista residía y le dijo que le concedería una entrevista, aunque para ello "tenía que pasar un fin de semana con él en París o en otro lugar". "Fue increíblemente insistente... Dijo casi de forma explícita que me tenía que acostar con él para poder entrevistarle", desvela la periodista.
LA VÍCTIMA NIEGA LA RELACIÓN SEXUAL CONSENTIDA
Por otro lado, Jeffrey Shapiro, el abogado de la mujer que acusa a Strauss-Khan de abuso sexual e intento de violación, ha asegurado que no hubo relación sexual consentida entre su cliente y el político francés: "Creo que sus alegaciones de que hubo sexo consentido no son ciertas (...) No hubo nada de mutuo acuerdo en la habitación de ese hotel",
En declaraciones a la NBC, Shapiro afirma también que su cliente "tiene mucho miedo y se siente superada" por la situación, que considera como "una pesadilla", pero que también está dispuesta a colaborar con la policía y la fiscalía neoyorquina.
"No tiene una agenda. Lo está haciendo porque considera que es su responsabilidad", ha dicho Shapiro a la NBC sobre esta mujer, una inmigrante africana de origen guineano, de 32 años, musulmana, viuda y madre de una adolescente, que llegó hace siete años a Estados.