Inmaculada ausencia
de extraña lejanía,
infinitas lágrimas vacías
que nacen desoladas,
viajando a través del viento
bajo una noche estrellada.
Ausencia de tu presencia
que se cobija en mi alma,
ahuyentando mi risa
alertando los sentidos,
gritándole a mis brazos
que no estás aquí conmigo.
Ausencia de tus ojos
y de tus miradas,
aquellos pequeños y traviesos
esas pupilas tristes y asustadas,
¡Me faltan! para mirarme en ellos
¡Más!….que para tener su mirada.
Ausencia de tus brazos
donde mi yo nace
y donde mi yo termina,
ellos crean mi mundo
me contienen y me miman
como mágicos arquitectos
lo inventan y lo pintan.
Todo es ausencia toda
también ausente tu boca,
tus palabras, tu canto
tus historias, tu risa,
la dulzura de tus besos
que mi boca, siempre precisa.
(27AGO19)