Hoy mi nieta menor ha cumplido 1 año.
Hija de mi hija mayor.
Hija de mi amada hija que hace ya más de 3 meses dejó esta vida terrenal, a los 37 años.
Cuando mi pequeña nietecita enfrentó su torta con esa solitaria velita; del fondo de mi alma surgió un pensamiento: “mi Mane debería haber estado aquí”, y enfrentado a la injusta realidad volví a llorar.
Entre los aplausos y el canto de “cumpleaños feliz”, mi corazón se apretaba, con el dolor de un padre herido. Me parecía escuchar todo ese entorno a la lejanía. En silencio lloraba queriendo no ser descubierto, abrazado por mi amada y uno de mis hijos, ambos también llorando.
Mi hija no estaba y ya no estará… Espero comprenderlo mejor en el próximo cumpleaños de mi amada nieta Laurita.
Fue un triste día feliz.