¿Por qué hace bien llorar?
El llanto es un calmante natural. Después de llorar, sentimos una sensación de bienestar.
Permite liberar estrés y tensiones contenidas.
Disminuye la intensidad de emociones fuertes, permitiendo trabajar con ellas para buscar nuevas soluciones a problemas.
Está comprobado que el llanto reduce la angustia.
Las emociones intensas que desencadenaron el llanto especialmente las negativas, se vuelven más manejables.
A nivel físico, cuando lloramos se limpia el lagrimal y se hidrata adecuadamente los ojos.
Contener las ganas de llorar causa rabia, impotencia, agresividad y ansiedad.
Si se reprime esta emoción que es tan natural en el hombre, a largo plazo se manifestará en forma incontrolable.
El llanto es una de las más sanas terapias, para botar afuera grandes penas, desilusiones, dolores del alma.
Si tiene una gran pena, desilusión, o lo que sea, llore, llore mucho. Luego, se lava bien la cara y verá como la carga se hace más liviana. Sentirá un inmenso bienestar, todo le parecerá menos terrible.