26ENE22 – SANTIAGO DE CHILE.- Atendí a un paciente de 2 años 4 meses, muy "despiertito" y hablador ( pero que aún se negaba a dejar el pecho").
Dentro de su tratamiento por una leve deshidratación, le hice énfasis a su madre en la ingesta de líquidos.
Justamente ella le andaba trayendo una solución hidratante, pero que el pequeño al parecer era muy reacio a recibirla.
Queriendo colaborar en eso y para convencerlo le digo:
-Mira, yo también tengo un zumo, así que beberemos al mismo tiempo. ¿Ya?
-Bueno, bebo. Pero después quiero tetita y tú también tomas tetita.
Aún recuerdo la ruborizada risa de esa sorprendida madre, ante tan insólita invitación que me hizo su hijo.