Aunque sea mucho suponer, entendemos que lo suyo sería que el expresidente Camps, voluntariamente, realizase unas amplias declaraciones sobre su intervención y hechos sucedidos durante su etapa de máxima autoridad en la Comunidad, y el PP a su vez, asumir todas las responsabilidades que procedan.
Si los populares están dispuestos a confesar y cumplir con las exigencias ciudadanas de regeneración, tendrán que comprometerse y no volver a caer en prácticas repudiables, unido a desprenderse de todos aquellos cargos que a lo largo de su trayectoria política han sido relacionados con esta lacra de corte mafioso llamada corrupción.
Que tal reconocimiento podría suponer el suicidio político para el partido e incluso para el propio Rajoy es mas que probable, pero difícilmente encontrarán otro procedimiento. A los largo del 2018 van a surgir situaciones muy similares, de ahí que el comentario de arrepentimiento por parte de Rajoy supondría un verdadero acto de dignidad. Utópico, pero no por ello menos encomiable.......¡¡Tiempo al tiempo!!