Los lugareños marcharon por las calles de San Javier, uno de los barrios de esa zona residencial del oeste de la ciudad, y se concentraron en un parque para exigirles a las partes enfrentadas que los excluyan de sus disputas, informó la prensa local.
La movilización fue convocada por las juntas de acción comunal del sector, afectado en las semanas recientes por enfrentamientos, especialmente por las noches y que obligan a los vecinos a confinarse en sus domicilios.
``Frente a la situación que vive esta zona me parece de vital importancia que las organizaciones sociales hayan decidido tomar la iniciativa'', declaró el alcalde de esta ciudad industrial del noroeste colombiano, Alonso Salazar.
El funcionario encabezó esta movilización, que fue convocada tras enfrentamientos que esta semana dejaron un muerto y varios heridos, y afectaron el servicio de transporte masivo.
Unas 130.000 personas viven en los cerca de 30 barrios de la Comuna 13, afectada en los años recientes por una creciente presencia de bandas armadas de origen paramilitar que chocan por el control territorial, el narcotráfico y la extorsión a transportistas y comerciantes.
La marcha se realizó horas antes de la apertura del llamado Centro Integrado de Intervención, conformado por representantes de la alcaldía de la ciudad, la Fiscalía General, el Ejército Nacional, la Policía Nacional, el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, inteligencia) y funcionarios de entidades sociales del Estado.
El Centro de Intervención comparte el edificio que acoge la Casa de Justicia de la Comuna 13, que también fue puesta en funciones el sábado.
En la jornada, el director de la Policía Nacional, general Oscar Naranjo, activó una fuerza elite de investigadores, creada para desarticular las bandas en disputa, y desplegó un escuadrón móvil antidisturbios.