Exposición en Zamora
Hay ojos que miran de soslayo, dejándose llevar por la inercia del movimiento porque las cosas fluyen, como la vida fluye, como todo fluye
Por Concha Pelayo (*)
13JUN17 - ZAMORA.- Antonio de Ávila debe mirar extasiado y acariciar con sus ojos como si los dedos fueran insuficientes para captar el objeto hasta hacerlo suyo. Son sus dedos y son sus ojos los que resuelven este prodigio pictórico convertido, esta vez, en un jardín “vertical”, un jardín sobre lienzo.