Durante una audiencia conjunta en la Cámara de Representantes, Thomas Delare, director a cargo de la oficina de sanciones del Departamento de Estado, hizo ese anuncio al considerar que Venezuela no ha hecho lo suficiente en la lucha contra el terrorismo.
Delare explicó que las sanciones que EE.UU. impuso el 24 de mayo pretenden disuadir a Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) para que frene su apoyo al sector energético iraní. «Si Pdvsa no para, y hemos dejado claro esto en nuestras conversaciones con Pdvsa y con el Gobierno venezolano, la secretaria de Estado (Hillary Clinton) se reserva la autoridad para imponer sanciones adicionales y más duras», enfatizó Delare, al referirse a las medidas contra la petrolera estatal y otras seis empresas extranjeras que hacen negocios con el Gobierno de Teherán. Sin embargo, Delare declaró que estas sanciones forman parte de una respuesta «calibrada» y que EE.UU. tiene en cuenta que, por ejemplo, el 10% de las importaciones estadounidenses de petróleo proceden de Venezuela.
Según el Departamento de Estado, Pdvsa envío a la Empresa Nacional de Petróleo de Irán en al menos dos ocasiones cargamentos de un aditivo utilizado en la gasolina valorados en más de 50 millones de dólares.
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Varios altos cargos reiteraron además que Estados Unidos tiene preocupaciones «significativas» por los supuestos vínculos de miembros del Gobierno venezolano con organizaciones terroristas como las FARC y ELN en Colombia, y ETA en España. También mencionaron los vínculos del presidente venezolano, Hugo Chávez, con Irán y Siria.
Precisamente Hugo Chávez rompió ayer el silencio que mantenía desde hace doce días, convaleciente en Cuba de una operación quirúrgica, con varios mensajes en su cuenta de Twitter para enviar un saludo al Ejército venezolano y a su «pueblo armado».
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