13MAY17.- Fue un 26 de abril de 1937, en hora vespertina, cuando las campanas de la Iglesia Andra Mari de Gernika, una pacífica localidad vizcaína de unos 7000 habitantes, empiezan a replicar avisando de la llegada de la temida Aviación Condor alemana apoyada por fuerzas aéreas italianas, aproximadamente unos 40 aparatos. Tres minutos duró el horror. La devastación causada por las más de tres toneladas de bombas arrojadas, dejó un reguero de muerte y destrucción y prácticamente el pueblo arrasado. Ahí se forja la historia del cruel bombardeo de Gernika, cuya memoria quedó borrada por el franquismo durante de 40 años.