31MAY17 – MADRID.- Es curioso que el "problema del taxi" solo se note porque afecta a lo usuarios del centro de las ciudades... intenten conseguir un "taxi normal" en cualquier barrio periférico a las 7 de la tarde... ¡¡misión prácticamente imposible!!!
Si analizamos con un poco más de detalle la actual situación –especialmente en las grandes ciudades- veremos que el problema del "taxi normal" es una consecuencia directa de:
El verdadero problema que comportan las nuevas plataformas –ligadas según se dice al cada vez mayor uso de las tecnologías- tales como Uber y Cabify es que de persistir esta práctica en las condiciones actuales, el transporte alternativo que significa el taxi y al que sólo acceden aquellos que pueden pagarlo, terminará por concentrarse a la larga, en poder de una o dos empresas, en lugar de estar como hoy, microfragmentada en los miles de taxistas independientes aunque en opinión de algunos, es precisamente esta condición de fragmentación la que ha permitido que –como se sabe-, en el sector del taxi existan una serie de prácticas lesivas para los usuarios y que terminan por ensombrecer la actividad profesional de un servicio que sin lugar es –o debería ser- de plena utilidad pública.
De permitirse la permanencia y operativa de estas plataformas que compiten de manera desigual contra los taxistas normales, lo más probable es que al final terminarán por hacerse con el control del servicio y esta situación derivará ineludiblemente, en un "servicio privado" a disposición solamente de quienes puedan pagarlo.
Es imperativo reformar el sistema actual estableciendo una normativa que permita depurar de taxistas inescrupulosos y poco profesionales un sector tan variopinto como el del taxi estableciendo unas condiciones que permitan una competencia sana y regulada y dentro de ésta, lo prioritario sería modificar el actual sistema de la compra-venta de licencias, a todas luces una práctica que se presta para abusos y transacciones que parecen todo, menos algo normal.