Madrid

Menos pan y circo y más atención a la integración

OPINION

Miércoles 22 de octubre de 2014
Desde hace unos años, cuando el Partido Popular descubrió que los inmigrantes llegaron para quedarse fijó su meta en conseguir -a costa de lo que fuera ese voto-. Y lo que fuera se plasmó en dividir al movimiento asociativo, no podía controlar las asociaciones que venían revindicando derecho a la existencia jurídica, manteniendo su independencia de los partidos y su autonomía, debía “comprar” su propia red y se puso manos a la obra.

El hoy “imputado” viceconsejero se dedicó a fragmentar el movimiento asociativo, ofreciendo subvenciones a diestra y siniestra, así fomentó el asociacionismo a base de promesas y de recursos públicos, que son de todos, pidiendo fidelidad y excluyendo a las que consideraba contrarios.

Esta perversión trajo males complicados, porque luego descubrieron que el desarraigo y la discriminación y ese sentirse “el otro” acrecientan la identidad nacional de los inmigrantes, algo que no ha sido ajeno a las casas de España en América. Estas celebraciones de días patrios, era una actividad que organizaban las asociaciones dando respuesta al sentir de sus asociados en los municipios. Pero bien pronto, en vez de sumar a ese esfuerzo de autogestión, fueron copadas por la Comunidad de Madrid con un gran equipo de marketing y comunicación para una utilización populista y partidista. Algo que esta servidora denuncia de forma permanente porque se trata, en muchos casos, de hacer campaña electoral para ellos y para sus amigos de los gobiernos de origen.

Otra de las malas prácticas ha sido aprovechar el deporte para crear una red paralela a la normalizada, en las ligas deportivas étnicas, de esta manera parece que hacen “un favor” subvencionando a las asociaciones creadas para tal fin para pagar alquiler de espacios deportivos gestionados fuera de la red y por privados. En esto se llevan buena parte de la agenda los responsables de la consejería de inmigración, mientras el paro golpea en la comunidad a los y las trabajadores más precarizados, y entre ellos la inmigración, ante lo cual el gobierno de la región hace muy poco. El deporte hay que apoyarlo, pero normalizando, ello es lo difícil en este caso, pero lo necesario.

Vamos a decirlo de forma breve, como lo ha dicho la portavoz socialista de la comisión de inmigración de la Asamblea de Madrid al denunciar: “la ineficacia y la falta de diálogo en la actuación de la Comunidad de Madrid con los ayuntamientos en relación a los convenios para la acogida e integración de los inmigrantes 2009 que acaban de ser presentados”. Cada año la improvisación es total, porque el convenio se puede prolongar como se hace en servicios sociales, pero como de lo que se trata es de tomarse la foto, y no la atención desde el 1 de enero a los planes que deben acometer los ayuntamientos de la Comunidad. Ahora, seis meses después, les pide modifiquen sus programas en ejecución para imponer el de la Comunidad, sin negociar ni pactar con las entidades locales.

En estos convenios delegan algunas responsabilidades de la CAM hacia los consistorios. Es el caso de las actuaciones en materia de formación y empleo, o la exigencia de crear plazas de acogida por número de inmigrantes empadronados. “Esto es competencia del Gobierno regional y deben ser asumidas por él y no por los ayuntamientos, que ya sufren una carga económica tremenda debido a la crisis”, remarca la portavoz Maria Antonia García. Los cinco CASIs que aún quedan en la Comunidad mantienen una insuficiente oferta en la acogida, algo que la Comunidad compromete en su plan de Integración 2009-2012, mintiendo una vez más.

Con estos ejemplos queda el gobierno regional no busca ni la cooperación, ni la coordinación para una mejor integración, ni rentabilizar los recursos que ya están en marcha y que tanto esfuerzo presupuestario supone para las arcas locales. Deben dialogar y buscar el consenso, eso es lo que pide una buena política de integración.
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(*) Yolanda Villavicencio M. es diputada Socialista Asamblea de Madrid. Es licenciada en Económicas y Ciencias Empresariales, especialista en Cooperación Internacional al Desarrollo, especialista en Mujer y Desarrollo, máster en Migraciones y Relaciones Intracomunitarias y en los últimos ocho años ha dirigido la entidad AESCO, especializada en migraciones, cooperación al desarrollo y codesarrollo.