Con un análisis de sangre, hecho en forma correcta, se puede determinar el sexo del bebe a la séptima semana de gestación sin margen de error.
Es importante que este estudio permita saber el género mucho antes que la ecografía y sin ser invasivo como la amniocentesis u otros procedimientos que pueden ser abortivos, analizando el ADN del bebe pero en el torrente sanguíneo materno.
Esto puede servir no solo para padres curiosos sino para los que temen las enfermedades hereditarias de género. Esta información apareció en la revista digital de la Asociación Norteamericana de Medicina (JAMA).
Hace unos años se vendían pruebas por Internet y en farmacias, pero nunca estuvieron probadas en su eficacia.
Una de las compañías que ofrecía productos de esta naturaleza, se tuvo que declarar en bancarrota, luego de que cientos de mujeres le iniciaran acciones legales por ineficacia.
Hay enfermedades genéticas que solo atacan un género como la distrofia muscular de Duchenne, que solo afecta a los varones, por esto, en Europa, hay médicos que usan los tests para ver si son necesarias pruebas genéticas más caras e invasivas, que quedan descartadas si se esta gestando una niña.
La Dra. Louise Wlkings- Huag, directora de medicina materno- fetal y genética reproductiva del Hospital Brigham de Mujeres de Boston, aseguró que es un estudio que "tiene importantes consecuencias" ya que puede servir, pero puede inducir a que muchas mujeres se practiquen un aborto y no solo por prevención de enfermedades sino por elección de sexo, tal el caso de China o India, en donde se prefieren niños a niñas.
Realmente se debe ser cuidadoso con el manejo de este tipo de estudios, ya que el mundo no esta preparado para el uso indiscriminado de los mismos.
Si bien en Estados Unidos no se tiene como prioridad la elección del sexo, en algunos consumidores que pidieron el test con esa opción, se les negó, por no ser el objetivo al que se debe orientar.
La compañía Consumer Genetics, que vende el Test Pink or Blue, hace firmar un documento en el que dice que no se utilizara el test para una elección de sexo como finalidad.
Los test de este tipo son un nuevo horizonte de estudios de ADN fetal, que puede ser utilizado para averiguar paternidad y tipo sanguíneo lo mismo que para determinar en forma temprana enfermedades genéticas como el Síndrome de Down.
El nuevo estudio asevera que, para ser confiables, estos test, deben utilizarse luego de la séptima semana y usando la sangre materna y no la orina. Es importante ser rigurosos en los controles y procedimientos de laboratorio. Si detectan el cromosoma Y, el feto es masculino, sino, es femenino. Pero la ausencia de dicho cromosoma también puede indicar que no haya contenido de ADN fetal en la muestra. Por eso debe ser estricto el control.
Si bien estos test no están regulados a nivel oficial porque no son con fines médicos, se quieren implementar dentro de los de uso hogareño, los de secuenciación del genoma, lo cual es peligroso si no se hace con guía médica.
La Dra. Diana Bianchi, directora ejecutiva del Instituto de Investigación de la Madre y el Niño del Centro Médico Tufts, de Boston, y autora principal del estudio sobre determinación sexual, dijo: "Un aspecto muy importante es como esto adelanta el cuidado prenatal". Pero ahí entra a tallar el tema de precios y seguros médicos que a veces la gente no tiene en Estados Unidos, por eso la Dra. Bianchi está haciendo un estudio acerca de porqué la gente compra este tipo de test hogareños y con que consecuencias.
La compañía TrovaGene, desarrolló un test que da el 95% de acierto de identificación de sexo a las siete semanas y está desarrollando en la actualidad uno para identificar Síndrome de Down.
Todo esto puede ser muy útil, pero es muy riesgoso en la opinión de muchos médicos que defienden la vida ante todo.