La piel del rostro está constantemente expuesta a la suciedad del ambiente, contaminantes y restos de maquillaje, razón por la que suelen aparecer los antiestéticos puntos negros, espinillas, comedones y granos.
Si no se realiza una adecuada limpieza facial este problema tiende a agravarse y a ser muy notorio. La limpieza facial profunda es primordial para tener la piel espléndida, libre de imperfecciones, mucho más jovial, luminosa y tersa, ésta solo se realiza en salones de belleza a cargo de profesionales especializados.
La limpieza facial profunda se realiza fundamentalmente en personas de piel grasa que presentan una excesiva cantidad de comedones, éstos son protuberancias pequeñas blancas, color piel u oscuras que le dan una textura áspera a la dermis. Los comedones aparecen en la abertura de los poros, resultan muy antiestéticos, no se pueden disimular con maquillaje y suelen notarse a simple vista.
Durante la sesión de limpieza facial profunda se extraen estos comedones a la vez que se tonifica, exfolia, vaporiza y oxigena la piel, que seguidamente recibe nutrientes de mascarillas y productos naturales, también se masajea el cutis, saponifica e hidrata.
Durante la limpieza profunda se retiran las células muertas, restos de contaminantes ambientales y fisiológicos fomentando la renovación celular, este tratamiento nutre el rostro con principios activos y vitaminas que normalizan la dermis y la preparan para absorber con mayor eficacia los cosméticos o cremas que se usan habitualmente.
El tratamiento de limpieza profunda hace uso de lociones descongestivas, cremas para masaje facial, emulsiones, cremas de limpieza y máscaras relajantes además de aparatos específicos para el tratamiento. Es un método que se ha de realizar una sola vez por mes y cada sesión tiene una duración de aproximadamente 60 minutos.