Rincón Gastronómico

La «neurogastronomía» llega a Nueva York de la mano del chef y neurólogo argentino Sánchez Romera

Miguel Sánchez Romera

El restaurante «Romera» es parte del Dream Downtown Hotel, situado en Manhattan

Miércoles 22 de octubre de 2014

La «neurogastronomía», un estilo de cocina basado en «el hiperrealismo sensorial», llega a Nueva York de la mano del chef y neurólogo argentino Miguel Sánchez Romera, con la apertura de un restaurante con su nombre en un lujoso hotel de Manhattan.



Tras más de una década de éxitos en España, que le han valido el reconocimiento de la biblia culinaria, la Guía Michelin, Sánchez Romera decidió aceptar hace cuatro años la propuesta del empresario indio-estadounidense Sant Chatwal para mudarse a la Gran Manzana.

El restaurante «Romera», que celebrará su pre-apertura a fines de julio, es parte del Dream Downtown Hotel, situado en el barrio de Meatpacking y promete ser una de las inauguraciones del año en la ciudad en materia de hotelería. «Mi fórmula es el hiperrealismo sensorial. Es lo mismo que se puede hacer pintando algo, haciendo una escultura superreal. La belleza y el impacto te lo da el hecho de que sea tan real», explica Sánchez Romera. «La cocina es una manifestación perceptiva neurosensorialmente hablando. Implica los cinco sentidos, implica la memoria, implica la inteligencia, implica las emociones», agrega el neurólogo que emigró en 1979 de Argentina a España, donde ejerció su profesión durante más de 25 años. Para Sánchez Romera, que estudió Bellas Artes sin terminar la carrera por su marcha de Argentina, la cocina es «un arte» que le ha permitido expresar su «creatividad».

En «Romera», el chef-neurólogo ofrecerá una degustación de doce platos, entre ellos dos nuevos: un atún con flores y una hamburguesa a su estilo, simbología y guiño a su nueva ciudad de residencia. «Este es el lugar, porque es la expresión de miles de formas de ver las cosas. En Europa tenía limitaciones que no tengo aquí. Por eso me siento tan cómodo aquí. Lo he perseguido inconscientemente durante muchos años. Ha sido una espera pasiva», explica, al hablar de Nueva York.