La ministra de Defensa aprovechó una cita discreta en un restaurante madrileño de lujo y con comensales de lo más morbosos para arremeter e insultar a algún peso pesado del PSOE
Chacón ahogó sus penas en una cena íntima rodeada de socialistas de confianza.
Anda revueltas las aguas en el sendo del PSOE. Tras el batacazo en las urnas el 22-M y con las polémicas primarias uni-candidato en curso, los que se quedaron fuera de los mandos de poder están algo "quemados".
Poco que ver con la imagen de unidad que intentan transmitir (y que pocos se creen) de puertas afuera. Una de las principales damnificadas del nombramiento a la fuerza de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato único a las primarias socialistas fue Carme Chacón, que tuvo que apearse de la carrera por presiones internas.
Así las cosas, según recoge La Gaceta, la ministra de Defensa aprovecha las cenas íntimas y discretas para despacharse a gusto. La última tuvo lugar el pasado martes en un conocido y lujoso restaurante del madrileño barrio de Salamanca. Compartieron velada con ella, su marido, Miguel Barroso, el expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda (uno de los más críticos con la línea "oficial" del PSOE) y el expresidente del Congreso, Manuel Marín.
Tal como informa el diario de Intereconomía, Chacón se sinceró con los comensales asegurando que "lo he pasado muy mal. Todo este tiempo, lo he pasado mal, mal".
Además de cargar contra Izquierda Unida por su posición en Extremadura (que puede darle el gobierno al PP), también recomendó a los "indignados" que vayan a votar.
Como no podía ser de otra manera con Barreda presente, la situación en Castilla-La Mancha copó buena parte de la cita. Claro que lo más llamativo fue cuando Chacón y Barreda se refirieron a Felipe González coincidiendo en que "es un hijo de puta".
Eso sí, la cosa promete porque según Chacón "hay que dejar de dar alguna batalla para ganar la guerra". Todo ello de cara a unas elecciones generales que ya dan por perdidas.