América

Policía, Gendarmería y Prefectura Naval, compartirán el distrito federal en Buenos Aires.

La policía metropolitana sigue en sus sectores.

Por Patricia Leite – desde Buenos Aires - Argentina

Miércoles 22 de octubre de 2014

La ministro de seguridad Nilda Garré, dio una vuelta de tuerca en lo que a la seguridad en la capital de Buenos Aires, se refiere. Un medida inusual y radical, puso en jaque a varias comisarías porteñas, causando enojo, sorpresa e incredulidad, según la fuerza consultada.



Esta es una intervención que hará que ciertas comisarías pasen al comando de las fuerzas antes mencionadas. Las comisarías afectadas a Gendarmería y  Prefectura son por ahora: 22a. (Puerto Madero), 24a. (perteneciente al barrio de La Boca), 30a. (Barracas), 32a. (Parque Patricios), 34a. (Pompeya), 36a. (Floresta) y 46a. (Retiro).

En un primer momento, ante la incomodidad de la medida, trascendió que el jefe de la Policía Federal, comisario general Enrique Capdevila, había presentado la renuncia, pero no fue confirmado ese rumor, pese a estar manejado por hombres de cargos muy altos en la fuerza.

En las otras fuerzas tampoco había conformidad y se pensaba quien podía hacerse cargo de la comisaría 36a. ya que domina el predio de la villa 1-11-14 que es un asentamiento que origina grandes problemas de delincuencia en la zona y aledaños.

Tanto en Gendarmería como en Prefectura ven la posibilidad de choques con la Federal, que siempre ha sido celosa de sus jurisdicciones.

La Ministro Garré hizo hincapié en que se debía abolir este problema por asociar de forma constante a la Policía Federal con el delito y esta era una forma de descomprimir y aclarar el funcionamiento de seguridad público en la Capital Federal.

La ministro cree que la prefectura puede hacerse cargo de zonas aledañas a la portuaria, como asentamientos y avenidas que causan problemas y que la gendarmería puede actuar muy bien como fuerza de choque o prevención tal como lo hizo últimamente con los desalojos de algunos sectores ocupados ilegalmente.

Si bien el comunicado oficial no se dio aún, se asegura que esta medida se hará efectiva de un momento a otro y que pueden haber dos formas de manejo, una sería que los policías abandonen las comisarías señaladas y estas sean transferidas totalmente a las otras fuerzas; por otra parte, existe la posibilidad de que sean removidas las cúpulas de las comisarías y estas queden al mando de prefectura o gendarmería , contando con el restante personal policial.

Estos cambios tendrán como fecha de inicio el 1º de julio próximo, aparentemente como así también puede nombrarse a un funcionario político como jefe de la Policía Federal.

Es una medida innovadora, que deberá pensarse bien, ya que dará muchos malestares a muchos y variados secotres de la sociedad.