El Ayuntamiento de Barcelona y las hijas de un rico industrial fallecido se disputan la propiedad de un lienzo de El Greco y otro de Goya recuperados cuando iban a ser vendidos por un traficante de Arte robado.
Nada más conocerse la noticia, el gobierno local de la capital catalana contactó con la Justicia para que le sean entregados, ya que son parte de la herencia que el magnate legó a la ciudad. Pero la legislación española es muy estricta en lo que se refiere al derecho de herencia, y sólo permite despojar a los hijos de su legado en casos muy extremos. Por esa razón, las cuatro herederas legítimas del industrial impugnaron el testamento en los tribunales, que dieron la razón al ayuntamiento barcelonés en dos sentencias sucesivas. Ahora el proceso está pendiente de la última apelación posible ante el Tribunal Superior de Cataluña.
Sorprendentemente, no fue el Ayuntamiento quien denunció la desaparición de los cuadros, que participaban en una gira por el extranjero cuando se produjo el fallecimiento de su propietario.