Los arándanos rojos frescos son muy agrios y ácidos para comerse crudos, pero durante muchos años se han utilizado en una salsa que se sirve con el pavo, especialmente en Estados Unidos de Norteamérica.
Pero, desde que se descubrieron sus beneficios para la salud, pueden encontrarse edulcorados y secos, en zumos y conservas, postres y queques horneados. Su principal beneficio es que ayudan a prevenir o aliviar las infecciones de las vías urinarias. Además, parte de los taninos que contienen poseen propiedades antibióticas. Estos mismos compuestos podrían proteger frente a la úlcera estomacal y las cardiopatías.
- Su elevado contenido en fibra soluble puede ayudar a reducir el “colesterol malo”.
- Es muy eficaz en prevenir cardiopatías.
- Ayudan a prevenir y aliviar las infecciones de las vías urinarias.
- Previenen los trastornos digestivos y las úlceras estomacales.
¿Sabía qué?
Las personas que ingieren warfarina no deben comer ni beber zumo de arándanos rojos, pues estos pueden aumentar los niveles en sangre de este medicamento anticoagulante en un grado incluso letal.
Consejos prácticos:
Los arándanos rojos frescos tienen la piel tersa y brillante. Para comprobar su frescura, recomiendan tirar uno al suelo: si rebota, está fresco. Poseen abundante pectina y son el complemento ideal para las mermeladas de frutas con poca pectina, como las fresas, pues ayudan a estabilizarse. El contenido de azúcar de la mayoría de los productos elaborados con arándanos rojos, como bebidas y frutas desecadas, tiene un aporte calórico elevado, por lo que se desaconsejan para personas a dieta y diabéticos.
Valor nutritivo de 100 g de arándanos rojos crudos:
Kcal 46
Grasas totales Inapreciables
Proteínas 0,4 g
Carbohidratos 12,2 g
Fibra 4,6 g
VitaminaC 13 mg
VitaminaE 1,2 mg
Luteína/Zeaxantina 91mcg