Nos complace reseñar el rotundo éxito del dúo de piano a 4 manos Mendívil-Kanorov, esta vez en el Centro Cultural Nicolás Salmerón.
Estimo que se debe fundamentalmente a dos razones. La primera es el atractivo incuestionable de un programa bello y variado, que arrancando del clasicismo poderoso de J.C.Bach, pasa por las profundidades de Brahms, la ternura de Fauré, la inteligencia de Debussy, y culmina con las exquisiteces de Ravel.
La segunda es la actitud y las pretensiones musicales de los pianistas que, buscan con ahínco, y lo consiguen, no solo resolver las innumerables dificultades técnicas de las obras, sino, fundamentalmente, hacer buena música.
Y esto es lo que sucedió en este memorable recital desde el primer momento. Y así lo entendió el numeroso público que llenó el amplio auditorio del C.C.Nicolás Salmerón, que se mostró muy receptivo y complacido.
Para que luego digan que le música clásica no interesa…