Los dirigentes socialistas confían en que la negociación colectiva llegue a buen puerto, al tiempo que se decantan claramente por los sindicatos, que no descartan una huelga general
En el fin de semana grande del PP, resultaba lógico que los socialistas les intentaran robar minutos, fotos y páginas, si bien poco se pudo vender ayer en Ferraz. Los barones socialistas reiteraron su compromiso con la austeridad en el gasto público y su apoyo unánime a las reformas del Gobierno, incluida la de las pensiones, para avanzar en un cambio del modelo productivo que garantice el Estado del bienestar, y apostaron por el mayor consenso posible. Así lo transmitió el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, quien hizo de portavoz de la cita.
Durante el encuentro, el presidente Zapatero hizo hincapié en la estabilidad presupuestaria y en la austeridad, un capítulo en el que se detuvo ampliamente, y también justificó las razones del cambio de rumbo, y abogó por el consenso.
Griñán defendió la estabilidad presupuestaria y el control del gasto en todas las administraciones, incluida la autonómica, frente a la actitud del PP de «predicar y no dar trigo», como lo demuestra, a su juicio, que las mayores deudas correspondan a comunidades y ayuntamientos en los que gobierna ese partido.
También avaló la reforma de las pensiones y consideró que «cerrar los ojos a la evolución demográfica y al sistema público de pensiones es no querer garantizarlas en el futuro». «Es necesario hacer la reforma y es conveniente y hasta muy conveniente hacerla por consenso», añadió.
Los barones del PSOE incidieron especialmente en sus intervenciones en las reformas del sistema de pensiones y la negociación colectiva. Respecto a la primera, Griñán hizo especial hincapié en que no se verán afectadas las personas que ya hayan llegado a los 60 años;sino las próximas generaciones:«Hay que explicarlo mucho y muy bien». Respecto a los pactos con empresarios y agentes sociales, abogaron por defender a los sindicatos, que no descartan una huelga general.
También coincidieron «al 100 por 100», según el político andaluz, en la necesidad de dotar de más «solvencia» y «transparencia» a las cajas de ahorro, que «están mejor de lo que se aparenta cuando hay mucho ruido».
Como era lógico, se miró de reojo la fiesta sevillana de los populares, así como la crítica de Aznar contra el PSOE, acusándole de dejar al borde del precipicio el modelo autonómico. Así, le replicaron que «él no estuvo en el consenso constitucional».