España

Aznar y Cospedal llaman al PP a reconstruir España tras el zapaterismo

Miércoles 22 de octubre de 2014

Ambos subieron el telón de la Convención que los populares celebran en Sevilla con un mismo mensaje de fondo. Él puso los cimientos. Ella, los retos de ese "proyecto de renovación nacional". Los discursos de Aznar y Cospedal llevaban el mismo mensaje de fondo: el PP tiene la obligación de recomponer los pedazos de la España que deje Zapatero



María Dolores de Cospedal y José María Aznar se convirtieron este viernes por la tarde en ese entrenador que arenga a su equipo antes de salir al terreno de juego. Que, en esta ocasión, no es otro que el de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo.
Secretaria general y presidente de honor del PP se encargaron de levantar el telón sevillano de la Convención nacional que los populares llevan tantas semanas preparando con esmero. Y, aunque con discursos distintos, el mensaje de fondo a los más de 2.500 cargos que tenían enfrente fue el mismo: España necesita al Partido Popular para recuperarse de lo que la número dos de la formación definió como "la peor legislatura de la historia de la democracia española". 
No lo prepararon -de hecho ni ella sabía lo que iba a decir él ni él sabía lo que iba a decir ella-, pero sus intervenciones se complementaron hasta hacer encajar las piezas.  
Aznar puso los cimientos de esa España que los populares quieren construir -o reconstruir- a partir de 2012 y que empiezan, según el ex presidente del Gobierno, por "recuperar el gran pacto de 1978": "Una nación, una -enfatizó-, que se otorga el derecho a la autonomía y se garantiza la solidaridad. Una nación, la nación española, que tendrá que recuperar el Estado de las autonomías plasmado en nuestra Constitución. Una nación que tendrá que trabajar en fortalecer lo que nos une", subrayó. La sala estalló en aplausos. "Lo que no funciona tendremos que repararlo entre todos. Habrá que empezar por convocar a los españoles a un gran proyecto nacional de recuperación, de regeneración y de reformas. Un gran proyecto nacional para modernizar España", añadió poco después.
Y Cospedal puso el resto, los retos de futuro de ese "proyecto de renovación nacional", como lo bautizó. Primero, "recuperar la credibilidad de las instituciones" y defender el Estado de las autonomías. Segundo, "otra política económica". "Necesitamos a los trabajadores en sus puestos de trabajo. Necesitamos consumidores que consuman. Comercios que vendan. Empresarios que contraten. Inversores que inviertan. Bancos y cajas que den créditos. Y necesitamos un Gobierno que genere confianza. Porque si no hay confianza, no es posible todo lo demás. Y, para ello, necesitamos un auténtico plan que contenga las reformas que España necesita", enumeró.
Tercero, "un modelo educativo vertebrado". "Queremos que los jóvenes de toda España sepan que hay un río en España que primero fue Tharsis y luego fue Betis, antes de ser llamado Guadalquivir. Que sepan que un joven de Fuente Vaqueros escribió con poco más de 30 años Poeta en Nueva York. Que conozcan el duelo literario entre Góngora y Quevedo. Que sepan que Historia de una Escalera es de Buero Vallejo y que el Arcipreste de Hita escribió el Libro del Buen Amor". Y cuarto, servicios públicos de calidad.
Ambos, Cospedal y Aznar, fueron constantemente interrumpidos por los aplausos del auditorio. Ella habló de la responsabilidad de los populares de "devolver a la política las letras mayúsculas, ofrecer lo mejor de nosotros mismos y demostrar que la vocación de servicio público es nuestra seña de identidad". Él, de "trabajar y trabajar muy duro para recuperar la unidad y la concordia, de "sacar a España del paro, del retroceso social y del deterioro institucional y ponerla de nuevo en el camino del éxito".
Para ello, ambos coincidieron en que la primera parada son las elecciones de mayo. Y, diez meses después, las generales.