Opinión

Y a propósito de cigarrillos. Fumando espero...

OPINIÓN

Por Marcelo Fernández Romo - Corresponsal desde Santiago de Chile.  

Miércoles 22 de octubre de 2014

Detén tu trabajo, detén tu vida, detén tus afectos. Cada vez el cigarrillo nos va distanciando más del placer.



Si nos hemos fumado un cigarro, deberemos dejar pasar largos minutos antes de acercarnos nuevamente a nuestros pequeños seres queridos; si no lo hacemos así, será como haber compartido "solidariamente" las últimas piteadillas con ellos, (es increíble como contaminamos su entorno con nuestro hálito, nuestra ropa impregnada, nuestra piel y cabello también impregnados).

 

Si estamos en nuestro lugar de trabajo y queremos "disfrutar" de un buen cigarrillo, deberemos hacer un alto en el laburo, propiciarnos algunos minutos de recreo y partir a la zona de fumadores o finalmente salir a la calle. Me irrita tanto (tal vez más que la nicotina misma), ver contingentes de oficinistas, mermando la fuerza laboral de sus empresas, apostados en las veredas echando humo, mientras yo corro (mezclándome entre ellos) de un lugar de trabajo a otro, abogando por los efectos nocivos de esos mismos pitillos.

Fumar es detener y por supuesto acortar tu vida.

Por lo ya dicho... ¿"Fumar es un placer"?...