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Presentan en Valencia de Alcántara un exhaustivo estudio sobre el Convento de los Majarretes

EXTREMADURA

Viernes 19 de diciembre de 2025

18DIC25 – VALENCIA DE ALCÁNTARA.- Valencia de Alcántara.— Los investigadores José Antonio Ramos y Álvaro Vázquez presentaron el pasado día 16 de diciembre en el Hotel-Restaurante de Los Majarretes su nueva obra, El Convento de los Majarretes de Valencia de Alcántara, un volumen que recoge uno de los estudios más completos realizados hasta la fecha sobre este enclave histórico. El acto congregó a vecinos, estudiosos y representantes culturales interesados en conocer en profundidad la evolución de uno de los espacios monásticos más singulares de la comarca.



El libro, fruto de un extenso trabajo en archivos y fuentes documentales, reconstruye la larga trayectoria de este convento fundado en el siglo XIII como eremitorio franciscano. A lo largo del tiempo, el inmueble fue tomando distintas advocaciones —Santa María, San Francisco y finalmente San Pedro de Alcántara—, convirtiéndose en un referente de la espiritualidad franciscana en la región.

Uno de los pasajes más destacados de la obra es la estancia en el convento del joven Juan de Garavito, quien ingresó en 1515 y más tarde sería conocido como San Pedro de Alcántara. Los autores subrayan cómo este lugar actuó como “laboratorio de pobreza, retiro y misticismo”, forjando las bases de la profunda reforma espiritual que marcaría a la orden franciscana durante el Siglo de Oro.

El estudio también recorre los momentos de esplendor, abandono y recuperación que ha vivido el convento, en consonancia con las tensiones históricas del país: desde los efectos de la desamortización hasta los periodos de guerra y la pérdida del uso religioso. Actualmente, el espacio mantiene su doble condición: su iglesia sigue en funcionamiento y una parte del edificio alberga un restaurante y casa rural, en una convivencia que fusiona memoria, devoción y vida cotidiana.

Ramos y Vázquez presentan así una obra que trasciende la mera recopilación histórica. Su propósito, explican, es tender un puente entre pasado y presente, invitando a reflexionar sobre la importancia de conservar los espacios sagrados como guardianes de la identidad y la memoria colectiva. Un recordatorio de que, incluso transformados, estos lugares continúan siendo puntos de encuentro entre lo espiritual y lo humano.