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Santa Teresa también estuvo presente en Roma

El trono de María Santísima de la Esperanza en la Gran Procesión Jubilar de Roma, el 17 de mayo pasado. Obsérvese en el centro del frontal del trono la imagen de Santa Teresa que va flanqueada por los Santos Patronos de Málaga, San Ciríaco y Santa Paula.

Dejamos a un lado los muy probables vínculos del padre de Santa Teresa con Málaga, donde obtuvo una casa en los repartimientos de la ciudad tras su conquista a los nazaríes por los Reyes Católicos en 1487*. Por Rafael Esteve Secall

Viernes 14 de noviembre de 2025

14NOV25 – MÁLAGA.- Pues el hecho que me movió a estudiar su vida y orígenes familiares fue el hallazgo casual de un antiguo sello conmemorativo, donde aparecía Santa Teresa sobre los escudos del Carmelo y de Málaga. Eso me puso sobre la pista de algo, ignorado por los malagueños, al comprobar que ilustraba un folleto con las solemnidades celebradas en Málaga, con motivo de su juramento como patrona de la ciudad, lo que sucedió en el contexto de los avatares de su primer nombramiento como patrona y abogada de España. Málaga la hizo patrona suya el 24 de febrero de 1618.



Aunque la ciudad tenía de antiguo por Patrones a San Ciriaco y Santa Paula, sin alterar ni ignorar su antigüedad, y promesa primera, era justo se recibiera por Patrona a la bendita Santa Teresa de Jesús, y acudiera al lugar que la ciudad acordase para la fiesta en honor a Teresa de Jesús, lo que tuvo lugar en la Misa de aquel día sábado, en el Convento de los Carmelitas Descalzos de San Andrés.

Por otro lado, su nombramiento como Patrona y Abogada de España, así como de la ciudad de Málaga dio lugar a que, a partir de entonces, los abogados de la ciudad la adoptaran como patrona, nombramiento que se asumió por el Colegio de Abogados de Málaga desde su misma creación en 1776, por serlo de antiguo.

El siguiente hito de los vínculos entre Santa Teresa y Málaga nos lleva a 1943, cuando la Archicofradía del Paso y la Esperanza nombró como Hermano Mayor Honorario al Cuerpo de Intendencia del Ejército que, como se sabe, la tiene por patrona desde 1915. El agradecimiento de la cofradía por la ayuda que le prestó la Intendencia Militar en su reconstrucción, tras la destrucción casi total que sufrieron su sede parroquial, enseres e imágenes en la quema de conventos de 1931, se manifestó ubicando una imagen de la Santa en el lugar más destacado del nuevo trono que entonces se fabricó, a los pies de la imagen mariana titular de la cofradía, la Virgen de la Esperanza, quizá la imagen pasionista más querida de Málaga. Su cabeza fue casi lo único que -en circunstancias excepcionales- se salvó del criminal incendio. Posiblemente también, aunque no está documentado, alguien decidió incorporar la efigie de la mística carmelita, en lugar tan destacado por su patronazgo de la ciudad.

Desde ese 1943, una representación del Cuerpo de Intendencia presidida por el General de División que esté al frente del citado Cuerpo preside el Jueves Santo la procesión de la archicofradía. A su vez, el 15 de octubre una representación cofrade asiste a los actos en honor de la santa abulense en el Parque Central de Intendencia en Madrid. Actos que antaño se celebraban en el Palacio abulense de Polentinos donde radicaba la Academia de Administración Militar del Ejército.

Pero si hay otro año grabado en la historia de los vínculos entre la fundadora el Carmelo Descalzo y Málaga ha sido este 2025. Un año de los que dejan una huella imborrable: la celebración del Jubileo de la Esperanza en Roma convocado por el Papa Francisco. Porque el espíritu “andariego” de la Santa se hizo allí presente en el peregrinaje cofrade mundial, y de modo especial en los miles de cofrades andaluces, y españoles en general, que aquellos días de mayo respondieron a la llamada papal. Todavía hoy los católicos siguen acudiendo, a la convocatoria para ganar el jubileo atravesando la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.

Y se concretó en la fecha del sábado 17 de mayo que ha pasado a la historia de la espiritualidad cofrade española. Tan importante día vivimos una emocionantísima celebración de la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías, muy particularmente protagonizada por el mundo cofrade castellano y andaluz, en especial sevillano y malagueño, cuya gran vitalidad se manifestó en la variada forma, pero el mismo sentir, del procesionismo hispano. Además, la imagen de María Santísima de la Esperanza, junto a la del Cachorro estuvo tres días expuesta en la Basílica Vaticana ante la devota admiración de los millares de peregrinos, de todo el mundo, que atravesaron su puerta santa aquellos días.

Para participar como protagonistas de la Gran Procesión, el monumental trono de la Esperanza con la imagen de Santa Teresa al frente, fue trasladado a Roma al igual que los pasos del Cristo de la Expiración “El Cachorro” de Sevilla y el Nazareno del Dulce Nombre de León. Un día después, domingo 18, el nuevo Papa León XIV inauguraba su pontificado en la multitudinaria Misa de la plaza de San Pedro

Así pues, en la ciudad eterna, donde Santa Teresa, estuvo tan cuestionada tanto en vida como después de su beatificación y canonización, también fue donde siglos después –en 1970– recibió el nombramiento de Doctora Universal de la Iglesia, como la primera de las cuatro mujeres santas, reconocidas hasta hoy como tales, en lo que entiendo hubo algo de “reparación histórica”. En este Jubileo, cincuenta y cinco años más tarde, su imagen recorrió triunfal las calles romanas a los pies de María Santísima de la Esperanza acompañando a los peregrinos “andariegos” y “esperanzados” de hoy.

(*) Del autor de este artículo, véase: “El mundo judeoconverso. Teresa de Jesús y su linaje”; Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2020.

(Enviado por José Antonio Sierra)