23OCT25 – SEVILLA.- El Auditorio de la Capitanía General, ubicado en la primera planta del edificio, se alcanza a través de una espectacular escalera imperial de mármol con doble tramo. El conjunto está formado por dos áreas diferenciadas: el teatro y el anfiteatro, con un aforo aproximado de 500 butacas y una planta ligeramente elíptica.
Hoy en día, este espacio se destina a conciertos, conferencias, jornadas y actividades culturales organizadas por la “Cátedra General Castaños”. Originalmente fue proyectado por Aníbal González en 1927 como salón de actos, aunque no se terminó hasta marzo de 1929, dos años después de su dimisión. Este retraso explica el cambio evidente en la decoración respecto al estilo regionalista que caracterizaba al arquitecto sevillano.
En lugar de ladrillo, azulejo y mármol —propios del historicismo y regionalismo— se emplearon escayola, vidrio y forja, siguiendo las tendencias del momento. La nueva ornamentación fue encargada al pintor Manuel de la Cuesta Ramos, quien optó por el Art Déco, estilo entonces en boga. El Art Déco fue un movimiento artístico y de diseño que surgió en Francia en la década de 1910 y alcanzó su mayor difusión en los años 20 y 30 del siglo XX. Se manifestó en la arquitectura, la pintura, la escultura, la moda, el mobiliario, la joyería y las artes decorativas.
El elemento más llamativo del auditorio es la vidriera circular central, que genera un efecto óptico de concavidad y destaca por su simbolismo. En su parte central se encuentra el escudo de Felipe V dentro del Toisón de Oro, rodeado por los blasones de los cuatro reinos históricos: Castilla, Aragón, Navarra y León. Esta vidriera no solo ilumina y embellece el espacio, sino que también representa la unidad de España, convirtiéndose en una verdadera joya arquitectónica.
El escudo de Felipe V (primer rey Borbón de España, reinó entre 1700 y 1746) refleja su herencia dinástica y la unión de los territorios españoles bajo su corona. Es un escudo cuartelado, con los blasones de los reinos históricos de Castilla: castillo de oro sobre fondo rojo; León: león púrpura coronado sobre fondo plateado; Aragón: barras rojas y doradas; y Navarra: cadenas de oro sobre fondo rojo. En la parte inferior Granada, representada por la flor del granado, símbolo del Reino de Granada. En el centro, como emblema personal de la dinastía Borbón, se sitúa el escusón azul con tres flores de lis doradas, propio de la Casa Real. El escudo aparece rodeado por el collar de la Orden del Toisón de Oro, una de las órdenes de caballería más prestigiosas de Europa. Este collar está formado por eslabones de pedernales y eslabones con llamas y culmina en el colgante del vellocino de oro. Simboliza la nobleza, la legitimidad monárquica y la unión dinástica. Su significado en el contexto del auditorio es que el escudo no es solo un adorno, sino un símbolo político que recuerda el reinado de Felipe V como momento clave en la historia de España, en el que se consolidó la monarquía borbónica. Al estar dentro del Toisón de Oro y rodeado por los cuatro reinos históricos, representa la unidad de España bajo una misma corona.
El escenario está enmarcado en un rectángulo coronado por un arco carpanel. El arco carpanel, también llamado arco rebajado de tres centros, es un arco formado por varios arcos de circunferencia (generalmente tres) que se unen suavemente, creando una curva más ancha y aplanada que la de un arco de medio punto.
En las enjutas aparecen en relieve dos rostros enfrentados, uno masculino y otro femenino, cada uno dentro de un medallón. El tambor de la bóveda, decorado en yeso, presenta una sucesión de ventanas, rectángulos y elipses, y sobre él se despliega una decoración pictórica con rectángulos ascendentes de tamaño decreciente.
Durante la visita no fue posible acceder al anfiteatro para fotografiarlo desde arriba, pero existen imágenes disponibles en la página oficial de la Cátedra General Castaños que permiten hacerse una idea del conjunto.
Este espacio no solo es relevante por su arquitectura, sino también por su historia. Entre otras curiosidades, aquí se rodaron escenas de la película Lawrence de Arabia estrenada en 1961, en plena riada. La película narra la vida del teniente británico Thomas Edward Lawrence durante la Primera Guerra Mundial, cuando fue enviado a Arabia como enlace del ejército británico. Allí se une a las tribus árabes en su rebelión contra el Imperio Otomano. Se convierte en figura clave por su capacidad de liderazgo y su conocimiento del desierto. Su historia refleja tanto la epopeya militar como el conflicto interior de un hombre dividido entre dos mundos: el británico y el árabe.
Se conserva el salón del trono de Alfonso XIII, que fue diseñado para recibir a autoridades y celebrar actos solemnes durante su reinado (1886-1931). Destaca por su decoración majestuosa, con mobiliario elegante, lámparas de época y tapices que evocan la solemnidad de la monarquía. El trono, colocado en un lugar central y elevado, simbolizaba la presencia del rey en ceremonias militares y civiles. Este salón es un ejemplo del estilo representativo y ceremonial propio de las instituciones militares de la época.
Otro de los espacios notables del edificio es la galería que reúne los retratos de los capitanes generales que han estado al frente de la región militar. Funciona como una galería histórica, mostrando la continuidad de la institución a través de sus máximas autoridades. Cada retrato recoge no solo la imagen del militar, sino también el contexto histórico de su tiempo, convirtiéndose en un testimonio visual de la evolución del ejército y de la sociedad española. Esta galería aporta un carácter memorial y conmemorativo, reforzando el valor patrimonial del conjunto arquitectónico.
En conjunto, tanto el Salón del Trono como la Galería de Retratos contribuyen a que la Capitanía General sea no solo un edificio militar, sino también un espacio cargado de historia y simbolismo.
Finalmente, desde la azotea —situada sobre la zona visitable— se obtienen vistas privilegiadas de la Plaza de España y de los escudos de diferentes municipios sevillanos que rodean la balaustrada. La Plaza de España de Sevilla es uno de los conjuntos arquitectónicos más espectaculares de España y un auténtico símbolo de la ciudad. Fue construida con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, celebrada en Sevilla. Su autor, Aníbal González, es el máximo representante del regionalismo sevillano. Su estilo es regionalista andaluz, que combina elementos renacentistas, barrocos y mudéjares, con materiales típicos como el ladrillo visto, la cerámica vidriada, la forja y el mármol. Semielíptica, con un gran edificio que abraza una plaza central de más de 50.000 m². Un pequeño río artificial de unos 500 metros recorre la plaza, cruzado por cuatro puentes que representan los antiguos reinos de España (Castilla, León, Aragón y Navarra). Tiene 170 metros de diámetro, lo que la convierte en una de las plazas más monumentales del país.
El edificio central de la Plaza de España abarca toda la parte curva de la plaza y se compone de pabellones, torres y galerías porticadas. En su centro se levanta un gran balcón y un edificio principal que simboliza el abrazo de España a las antiguas colonias americanas.
Las torres se encuentran en los extremos de la plaza. Son de estilo renacentista y perfectamente simétricas, visibles desde distintos puntos de la ciudad.
Los bancos y azulejos de la plaza cuentan un total de 48 bancos decorados con azulejos dedicados a las provincias españolas, excepto Sevilla, representada en otros lugares de la plaza y por ser la anfitriona de la Exposición. Cada banco incluye un mapa, un escudo y una escena histórica relacionada con la provincia.
Una fuente central preside la Plaza. Diseñada por Vicente Traver, sirve como punto de equilibrio en el espacio abierto.
Fue concebida como el pabellón principal de España en la Exposición de 1929. Hoy es sede de instituciones públicas, como la Subdelegación del Gobierno en Sevilla y la Capitanía General. Es un lugar emblemático para pasear, realizar eventos culturales y turísticos. Ha servido como escenario de películas como Lawrence de Arabia (1962), El viento y el león (1975), Star Wars: Episodio II (2002) y El dictador (2012).
La Plaza de España es considerada una joya del urbanismo y la arquitectura regionalista andaluza. Combina monumentalidad, simbolismo histórico y belleza artística, lo que la convierte en uno de los espacios más visitados y fotografiados de Sevilla.
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*María del Carmen Calderón Berrocal, Dra. Historia. Ciencias y Técnicas Historiográficas, Correspondiente por Extremadura en Academia Andaluza de la Historia, Cronista Oficial de Cabeza la Vaca. Secretaria Canciller de la Asociación de Cronistas de Extremadura y miembro de la Real Asociación de Cronistas de España