Skoda ha perfeccionado a lo largo de los años tres tipos principales de pintura: la sólida, la metalizada y la perlada. Cada una responde a una necesidad distinta del conductor. La pintura Skoda sólida es económica y fácil de mantener; la metalizada añade un acabado brillante y profundo gracias a sus partículas reflectantes; mientras que la perlada ofrece un juego visual sutil con los cambios de luz.
Este abanico de opciones permite a los conductores no solo expresar su estilo, sino también adaptarse a diferentes entornos climáticos y exigencias prácticas. Conocer el tipo de pintura original es fundamental para cualquier reparación o retoque que conserve la apariencia y el valor del vehículo.
El código de color es el ADN cromático de cada Skoda. Localizado en el marco de la puerta del conductor, el maletero o en la ficha técnica, este código alfanumérico permite reproducir el color con precisión quirúrgica.
Ejemplos como el LC9A (Blanco Candy) o el LF8Y (Gris Steel) se han vuelto familiares en talleres de toda Europa. Más allá de lo técnico, conservar el color exacto no solo mantiene la coherencia visual, sino que también protege el valor de reventa del vehículo y asegura un acabado profesional en cualquier reparación.
En 2025, Skoda ha transformado su proceso de pintura en una declaración de compromiso ecológico y avance industrial. Su nueva planta en Mladá Boleslav no solo optimiza el uso de energía (combinando electricidad y biogás), sino que ha logrado reducir en un 28% las emisiones de CO₂, además de disminuir el uso de compuestos orgánicos volátiles.
Una de las innovaciones más destacadas es la aplicación directa de la capa decorativa sobre la imprimación, eliminando capas intermedias. Este proceso ahorra tiempo, energía y materiales, estimando un ahorro de hasta 720 toneladas al año. Además, se están probando barnices de base biológica y nuevas formulaciones que ofrecen mayor sostenibilidad sin comprometer la durabilidad.
El lenguaje del color también evoluciona. En 2025, Skoda apuesta por tonalidades que reflejan su transición hacia una movilidad más ecológica. El Olibo Green, un verde intenso lanzado en el Enyaq 2025, simboliza la unión entre naturaleza y tecnología. Le siguen colores como Arena, Azul Race y Plata Reflex, que no solo responden a criterios estéticos, sino también técnicos: mejor resistencia al calor, mayor durabilidad frente al sol y menor decoloración.
En países como España, donde el sol y la sal pueden dañar la carrocería, estos avances cromáticos no son un lujo, sino una necesidad que combina belleza y funcionalidad.
Una de las grandes ventajas actuales es la facilidad para acceder a pinturas originales. Plataformas como Asturcolor permiten encontrar el tono exacto simplemente introduciendo el código del vehículo. Ya sea en spray, kit de retoque o formato profesional, la plataforma ofrece opciones adaptadas a todas las necesidades.
Más allá de la comodidad, Asturcolor garantiza precisión cromática, envíos rápidos en toda Europa y soporte experto. En combinación con opciones como piezas de desguace pintadas de fábrica, se abre un abanico de soluciones para mantener la autenticidad de cualquier Skoda.
Cuidar la pintura de un Skoda ya no es solo una tarea estética. En 2025, implica participar en un proceso industrial sostenible, que combina diseño, ingeniería y conciencia medioambiental. Desde el código del color hasta las nuevas fórmulas de aplicación, cada detalle cuenta una historia de evolución. Y plataformas como Asturcolor hacen posible que esa historia siga intacta, color tras color.
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