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Tres historias de perritos

Cuentos Cortos

Por “Apostrófanes” - Desde Santiago de Chile

Miércoles 17 de septiembre de 2025

La Palmera y el gato

Érase una vez un gatito y unos perros vagos que lo persiguieron; y éste arrancó. En su desesperación a una alta y frondosa palmera trepó. Se equivocó. No pudo bajar después. Los perros se fueron. Los amos llegaron. Dos días pasaron y nada pasó. En lo alto se quedó. Se deshidrató. Los bomberos acudieron prestos y al gatito salvaron. Con su lengüita seca y áspera sus manos lamió. Una de sus siete vidas arriba se quedó.

Un viaje feliz

Pelusa, Cabella y Palomilla que una aseadora se las encontraron arriba del metro en hora valle. Se abrazaron y besaron y, juntas, se pasearon para allá y para acá a lo largo del vagón; felices, mientras el viento les acariciaba su alegre correteo. Un atolondrado pasajero casi las empuja afuera al salir hacia el andén, pero ellas, inmutables, continuaron su viaje hasta que una aseadora las recogió con una pala en la estación terminal.

Benjita

Tres perritos peludos, Bruno, Camilo y Benito fueron a visitar a la Benjita, que estaba en celo. Bruno es como ninguno, dijo la Benjita; Camilo no toma Milo y Benito, si le cambiamos una letra, queda bonito, o si le agregamos otra, queda bendito. Al final, cuento corto, Benito quedó como consorte porque tenía un mechón de este porte.

De este cuento se desprenden tres moralejas:

  • Que a los perritos hay que bautizarlos con nombres de perros.

  • Que las perritas siempre eligen un solo macho como progenitor de su futura camada.

  • Que no hay que ser mal pensado. A Benito el mechón le colgaba de la cabeza, entre la oreja y la ceja.