Desde el primer paso, la chaqueta fue motivo de conversación: premiada por su diseño técnico con el German Design Award, el ISPO Award y el Good Design Award, se presentaba como la aliada perfecta ante cualquier imprevisto meteorológico. Alba la resumía en una frase: “Ligera como una camiseta, resistente como una coraza.”
A media mañana, la niebla descendió sobre el valle de Barrancs como una cortina impenetrable. Las temperaturas bajaron en cuestión de minutos. Uno de los montañeros, confundido por la escasa visibilidad, se desvió del sendero principal. Alba tomó la iniciativa. Gracias a la visera de su capucha compatible con casco y a la impermeabilidad de la chaqueta con tecnología HELLY TECH Professional, pudo permanecer fuera más de una hora rastreando el sendero, sin mojarse y sin perder calor.
Fue un recordatorio claro: la montaña en verano no siempre significa cielos azules.
El tercer día amaneció con viento racheado y lluvia constante. El grupo, tras evaluar la situación, decidió no ascender al collado de Coronas. Durante el trayecto de vuelta al campamento base, cada uno fue testigo de cómo su ropa respondía al clima. Mientras algunos calaban sus forros en apenas veinte minutos, Alba se mantenía seca, cómoda y ágil.
La Odin Rock Insulated Jacket, con su forro de poliamida, aislamiento ligero y costuras completamente selladas, demostró ser más que una prenda de abrigo: fue una herramienta técnica de protección real.
A los pies del glaciar, el clima dio un giro inesperado: sol, calor y humedad. Mientras los demás comenzaban a sudar dentro de sus chaquetas, Alba simplemente abrió las cremalleras de ventilación bajo los brazos. La transpirabilidad del tejido, junto con el ajuste anatómico de codos articulados y dobladillos elásticos, permitió que su temperatura corporal se autorregulase sin problemas.
Ese día compartieron consejos de equipación. Alba insistió en la importancia del sistema de capas: una base como la HH Lifa Active Solen, con protección solar y gestión de humedad gracias a fibras con partículas de café reciclado; una segunda capa térmica, y una tercera, como la Odin Rock, para enfrentar lo imprevisto.
Ya cerca del refugio de Cap de Llauset, un viento gélido del norte azotó con fuerza. Fue necesario reajustar mochilas, fijar anclajes y caminar por crestas expuestas. Aquí, las botas Helly Hansen Ascender Mid también jugaron su papel, ofreciendo tracción firme sobre la roca húmeda y estabilidad en los tobillos.
En este tipo de rutas, cada pieza cuenta. Desde el bolsillo en el pecho —ideal para mapas o una linterna frontal— hasta la capucha compatible con casco y el peso mínimo (420g), la chaqueta de Alba volvió a destacar por su funcionalidad discreta pero vital.
A media tarde, uno de los compañeros resbaló y sufrió una torcedura de tobillo. Tuvieron que detenerse, abrigarlo y esperar a que se estabilizara. La manta térmica ultraligera, guardada como último recurso, fue clave para mantener la temperatura del herido. La chaqueta impermeable y transpirable ayudó a Alba a mantenerse operativa mientras organizaba la marcha lenta de descenso.
En momentos así, la diferencia entre el equipo adecuado y el improvisado se convierte en una cuestión de seguridad.
El regreso a la civilización, al asfalto y a la cobertura móvil, trajo consigo un silencio introspectivo. El grupo no coronó el Aneto, pero vivió una semana intensa, auténtica, con todos los colores de la montaña: sol, viento, lluvia, niebla y frío.
—No hay cima que valga si no estás preparado para el camino —dijo Alba al llegar al aparcamiento.
Y así fue. La montaña no se dejó conquistar, pero sí conocer. Y quienes la respetaron, regresaron ilesos. La Helly Hansen W Odin Rock Insulated Jacket no salvó la semana, pero la hizo posible.
Consejo del experto:
Para cualquier travesía en alta montaña, incluso en verano, no olvides:
Sistema de capas (HH Lifa Active, polar, y chaqueta técnica como la Odin Rock).
Botas con buena tracción y soporte (como las Ascender Mid Helly Tech).
Manta térmica, linterna frontal, bastones y mapa físico.
Y, sobre todo, planificación y respeto por el entorno.
La montaña es imprevisible. Pero con el equipamiento adecuado, puedes estar preparado para lo que venga.