06AGO25 – ALICANTE.- En plena temporada estival, la provincia de Alicante no solo suena, sino que también se promociona al ritmo de festivales, ciclos y conciertos. Bajo el paraguas del Patronato Provincial de Turismo, la Diputación impulsa una iniciativa pionera que busca algo más que atraer público: fidelizar a los asistentes a los eventos musicales como futuros visitantes del territorio.
En el ecuador de su puesta en marcha, el presidente de la Diputación, Toni Pérez, se ha reunido con representantes del sector para evaluar el impacto de esta campaña, alineada con la estrategia “WoW Costa Blanca”. Se trata de una acción que aprovecha la gran visibilidad de los festivales para mostrar, a través de pantallas digitales y vídeos promocionales, los encantos turísticos de los municipios alicantinos: playas, cultura, gastronomía, historia y naturaleza.
El objetivo es claro: que quienes llegan por la música prolonguen su estancia o regresen con otra mirada, atraídos por una provincia que ofrece mucho más que buenos escenarios.
La música como escaparate de lo local
Esta propuesta no nace por casualidad. El turismo musical ha demostrado ser un potente motor económico para la provincia. Según datos del Patronato, cerca del 60% del público procede de fuera de la Comunitat Valenciana, y un 10% de otros países europeos. Además de llenar recintos y escenarios, estos eventos suponen un aumento notable de la ocupación hotelera, el consumo en hostelería, el comercio y, en consecuencia, la creación de empleo temporal.
Pero más allá de la economía, la campaña busca conectar emocionalmente con un público amplio —de entre 18 y 60 años, especialmente de 35 a 45— que ya está predispuesto a disfrutar, explorar y compartir experiencias. A través de las redes sociales de los festivales, con millones de seguidores, la marca Costa Blanca se posiciona como un destino atractivo, dinámico y cultural.
Una estrategia digital y emocional
El plan se apoya en un video de 30 segundos que resume los principales atractivos de la provincia y se proyecta en los recintos musicales. Paralelamente, se difunde en los perfiles oficiales de los festivales participantes, generando un efecto multiplicador en redes como Instagram, Facebook o TikTok.
Así, cada concierto se convierte también en una ventana promocional del territorio, reforzando la imagen digital de Alicante ante un público joven, activo y conectado. No se trata solo de ocupar un espacio en la agenda cultural, sino en la memoria del visitante.
Conclusión: cuando la música abre caminos
En definitiva, esta acción de la Diputación de Alicante pone el foco en una verdad sencilla pero poderosa: la música no solo llena escenarios, también puede llenar ciudades de vida. Convertir los festivales en puntos de partida para descubrir un destino es una forma inteligente de hacer turismo desde la emoción y el disfrute.
Porque quien llega por un concierto puede volver por un arroz, un atardecer en la sierra o una conversación frente al mar. Y esa es, tal vez, la mejor melodía que puede sonar en la Costa Blanca.