06AGO25 – SEVILLA.-Nace en Serradilla el 29 de febrero de 1904 y muere en Madrid el día 18 de julio de 2004. Fue una maestra y pionera de la educación en España, cuya vida estuvo marcada por la superación personal, el compromiso social y la mejora del sistema educativo.
Nacida en una familia campesina, fue la cuarta de siete hermanos. Sus primeros aprendizajes se realizaron en su entorno familiar y escolar con el Método Rayas, diseñado por su tío Ángel Rodríguez Álvarez. Aunque debió dejar la escuela para ayudar en el campo, la mentalidad progresista de su padre le permitió retomar los estudios. Primero lo intentó con la maestra del pueblo y al no lograr resultados, se trasladó a Cáceres bajo la tutela de su otro tío, Raimundo Rodríguez, también pedagogo. Con su ayuda, preparó el bachillerato y lo aprobó con sobresaliente, lo que le permitió acceder a la Escuela de Magisterio, donde se graduó en 1930.
Inició su carrera docente en Cáceres y, al mismo tiempo, se preparó para las oposiciones de maestra. En 1939 contrajo matrimonio con Belisario Sánchez Gómez, con quien tuvo tres hijos. A lo largo de su carrera, destacó por su vocación pedagógica y su firme voluntad de mejorar la educación pública. Tras superar varias oposiciones, en 1948 fue destinada al Grupo Escolar María Guerrero de Madrid, donde también trabajaba su esposo.
Durante décadas compaginó la docencia con tareas de dirección, primero en el Grupo María Guerrero y después en otros centros escolares de Madrid. Fue una firme defensora de una educación práctica, inclusiva y adaptada a las necesidades de la comunidad. Introdujo el ajedrez como herramienta educativa, promovió huertos escolares para enseñar valores como el trabajo en equipo y la autosuficiencia; y luchó por rehabilitar centros dañados tras la Guerra Civil. Su objetivo era reducir el analfabetismo y garantizar el acceso a la educación a todos los niños, independientemente de su origen social.
Uno de sus mayores logros fue la creación del Grupo Escolar Antonio Machado en Carabanchel, en 1968. Ante la falta de recursos, logró que el Ayuntamiento cediera un terreno para el centro. Mientras se construía el edificio, organizó la docencia en barracones y utilizó el espacio libre para huertos. En 2008 se inauguró una estatua en su honor frente al colegio, como reconocimiento a su labor fundadora.
También fue copropietaria y directora del Grupo Escolar República Dominicana y su labor como gestora educativa fue ampliamente reconocida. Recibió el Lazo de la Orden de Alfonso X el Sabio, la Medalla de Oro de Madrid, la Medalla al Mérito en las Bellas Artes y la Medalla de la Cruz Roja, entre otros homenajes.
Más allá de la educación, Francisca fue una mujer profundamente creyente y vinculada a las tradiciones de su tierra. En 1956 impulsó la creación en Madrid de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria, una devoción originaria de Serradilla. Logró establecer una imagen del Cristo en la parroquia de San Millán y San Cayetano, tras superar múltiples obstáculos, incluida la oposición a que las mujeres participaran en la junta directiva. La cofradía fue aprobada oficialmente en 1965, y réplicas del Cristo fueron enviadas incluso al extranjero.
Falleció a los 100 años, dejando un legado de dedicación, lucha por la igualdad educativa y compromiso social. Su pueblo natal le dedicó un parque con su nombre, y en 1993 su hijo fundó la Fundación “Francisca Mateos, Lucha por la Paz”, destinada a preservar su memoria y promover valores educativos y sociales. Su vida sigue siendo ejemplo de vocación, fe y entrega al bien común.
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*María del Carmen Calderón Berrocal, Dra. Historia. Ciencias y Técnicas Historiográficas, Correspondiente por Extremadura en Academia Andaluza de la Historia, Cronista Oficial de Cabeza la Vaca. Secretaria Canciller de la Asociación de Cronistas de Extremadura y miembro de la Real Asociación de Cronistas de España