Ciencia y Tecnología

El futuro está en tus genes: el ADN podría reemplazar a los pendrives como dispositivo de almacenamiento

COMUNIDAD VALENCIANA

La biotecnología convierte la molécula de la vida en una biblioteca del futuro: millones de gigas en una gota Por Gabriel Luis Goold – desde Alicante

Lunes 21 de julio de 2025

21JUL25 – ALICANTE.- ¿Imaginas poder guardar todas las películas de la historia del cine, la biblioteca de Alejandría y el archivo de Internet en un espacio más pequeño que una semilla de amapola? Puede parecer ciencia ficción, pero es una realidad en desarrollo: la molécula de ADN, responsable de portar la información genética de todos los seres vivos, podría convertirse muy pronto en el sustituto más revolucionario de los pendrives y discos duros.



¿Qué tiene que ver el ADN con guardar datos?

El ADN (ácido desoxirribonucleico) es una molécula con una estructura en forma de doble hélice, compuesta por cuatro "letras químicas": A (adenina), T (timina), C (citosina) y G (guanina). Al igual que un ordenador utiliza ceros y unos para codificar datos, la secuencia de estas letras puede transformarse en una especie de lenguaje binario biológico.

Científicos y laboratorios tecnológicos han descubierto que es posible convertir cualquier archivo digital (texto, imagen, vídeo) en una secuencia de estas letras, sintetizar esa información en forma de ADN y leerla después con precisión milimétrica. Así, un documento de Word o una canción en MP3 puede convertirse en una cadena de ADN... ¡y volver a transformarse en su formato original sin pérdida!

¿Por qué el ADN podría sustituir al pendrive?

Las ventajas del ADN como sistema de almacenamiento son espectaculares:

  • Capacidad colosal: 1 gramo de ADN puede almacenar hasta 215 petabytes (215 millones de GB). Un simple tubo de ensayo podría guardar el contenido de todos los centros de datos del planeta.

  • Durabilidad extrema: el ADN puede mantenerse intacto durante miles de años, como han demostrado restos fósiles y genomas de mamuts. Mucho más duradero que cualquier disco duro actual.

  • Seguridad: el ADN no se puede hackear como una nube digital y es difícil de manipular sin herramientas específicas.

  • Sostenibilidad: requiere menos energía, no genera residuos electrónicos y no necesita materiales tóxicos como litio o metales pesados.

¿Cómo se escribe y se lee información en ADN?

  • Para escribir datos, un algoritmo transforma los archivos en secuencias de A, T, C y G, y un laboratorio sintetiza esas cadenas de ADN artificialmente.

  • Para leer la información, se utiliza una máquina de secuenciación de ADN, que "traduce" las letras químicas de vuelta al lenguaje digital.

Aunque el proceso es aún lento y costoso, los avances tecnológicos están reduciendo los costes a pasos agigantados. Se estima que en menos de una década será viable para uso doméstico o institucional.

De las universidades a los gigantes tecnológicos

Varias instituciones están a la vanguardia de esta tecnología:

  • Microsoft y la Universidad de Washington lograron almacenar una película entera en una cadena de ADN en 2019.

  • Harvard consiguió codificar un libro completo dentro de una célula viva.

  • Startups como Catalog o Twist Bioscience ya están desarrollando prototipos de servidores basados en ADN para empresas y archivos históricos.

Incluso gobiernos están interesados: la NASA estudia cómo almacenar datos en ADN para misiones a Marte o bibliotecas interplanetarias.

Un pendrive del tamaño de un gen

¿Se acabará el reinado del USB? Todo apunta a que sí. Aunque por ahora no podrás comprar un "pendrive de ADN" en una tienda, el ritmo de los avances indica que en unos años podríamos guardar nuestras fotos familiares o copias de seguridad en moléculas biológicas. Una simple gota podría contener toda tu vida digital.

“Es como volver a la biblioteca de la naturaleza para aprender a guardar lo que creamos en el mundo digital”, dice el bioingeniero estadounidense George Church.

Conclusión

La fusión entre biología y tecnología está dando lugar a un nuevo paradigma: el ADN como soporte universal de memoria. Ya no se trata solo de almacenar información vital… sino de hacerlo en la propia molécula de la vida.

El futuro del almacenamiento no está en el silicio, ni en el plástico… está en el ADN.