Cultura

Una escultura solar donde el tiempo y el espacio se funden

El tiempo y el espacio se abrazan en una armonía perfecta, con la nueva obra de Iván Larrea Bellod : un monumento solar espacio-temporal, homenaje a la tecnología del mármol. Por Mercedes Sánchez Sánchez

Martes 01 de julio de 2025
01JUL25 – MADRID.- Sus obras siempre nos sacuden, nos remueven, no nos dejan indiferentes. En este caso la escultura no es solo una estética, que también, tiene una vida y un significado con una propuesta certera de lo que ha sido, para la industria lítica, la tecnología de Sumarcoop, la empresa que ha hecho el encargo. El resultado es una pieza artística excepcional donde una vez más, este artista nos sorprende.

Naturaleza e Industria forman parte de la vida en el ser humano actual, no tienen por qué ir enfrentadas en combate. Iván Larrea lo entiende así. Por ello, paralelamente a la montaña sinfónica de riscos que está elaborando y que es un cántico al universo natural, ha construido una escultura-reloj de sol como homenaje a la tecnología, que desde hace 50 años, proporciona esta cooperativa, imprescindible en el desarrollo de la industria pétrea alicantina. En la ancestral manufactura lítica, la llegada de las resinas supuso una auténtica revolución tecnológica para el sector: con ellas se refuerzan las tablas de mármol, no se rompen, y se pueden cortar muy finas. Igualmente suministrar las herramientas necesarias para el trabajo con la piedra, ha sido fundamental en cualquier proceso de elaboración, transformación, o desarrollo de este material. Así pues, Larrea ha querido conjugar el tiempo (es un encargo solicitado con motivo de un cincuentenario) con los tres pilares de la actividad económica en esta firma: el Mármol, la Resina, y El Hierro; la piedra, el adhesivo, y el metal.

No es un reloj de sol sin más

Consiste en un novedoso reloj-escultura que además de su sólida estética, por un lado expresa tiempo, y por otro expresa industria, un reloj-escultura que representa y desvela el paso del tiempo, con el objetivo de memorar el cincuentenario de la cooperativa de empresarios que durante lustros ha abastecido al sector del mármol, los útiles y medios necesarios para el trabajo de la piedra.

Industria, tiempo y estética: cómo encontrar las claves para entender esta obra? : Es una losa de mármol con canales que acaban en pequeñas esferas donde están los números que marcan las horas, y un mecanismo basculante también de piedra con el eje de metal, para cambiar su inclinación. Pero esta placa no ha sido acanalada únicamente para darle una forma bella. Iván Larrea ha hecho cálculos matemáticos astronómicos para situarlo en el lugar y hacer también un reloj de sol, homenaje al paso del tiempo: “Como es un cincuentenario -dice Larrea- intento hacer, aparte de que por supuesto ponga que es el 50 aniversario, un monumento que nos transmita el paso del tiempo”. Y no un reloj de sol habitual, es decir no es un reloj de sombra (donde las horas vienen marcadas por la proyección de un gnomon). Es un reloj de luz, un “universal ecuatorial”, perpendicular al sol, en el que los rayos solares a su paso por una gran losa (que representa el lugar donde vivimos) al atravesar las líneas profundas o “senderos de luz” hechos en ella, marcan las horas con sus números correspondientes en resina y vidrio azul, inmersos en las esferas donde acaban los canales horadados en la piedra, que representan el momento angular del sol a su paso por nuestro planeta también azul. Estas guías acanaladas marcan con precisión las horas, medias horas y cuartos de hora, y en las microesferas finales de esas guías, se forma una media luna que revela la dirección del sol.

La placa en sí, representa el mármol, la industria del mármol, que es una industria local, la base donde pasa el tiempo en el propio universo, en el propio planeta. Entonces, el sol viene a nuestro planeta azul, (color elegido para darle ese significado, en los números realizados con incrustaciones de vidrio y resina en el mármol), y las horas se disuelven en los rayos solares a su paso por las hendiduras y caminos de la piedra: es el paso del tiempo con luz, desde el sol, sobre el universo representado en toda la placa y el microuniverso del lugar concreto donde se sitúa, expresado en las pequeñas esferas talladas,

Es un monumento en el que las horas se diluyen en la luz del sol, una obra que nos muestra el paso del tiempo a través de la piedra, en nuestro espacio, en nuestro universo, pero no con la sombra sino con la luz. Estamos ante una escultura solar donde el tiempo y el espacio se funden en un reloj de luz, un reloj que es de rayos, no de sombra, es la luz la que produce las horas y no la sombra. Es una escultura solar que nos cuenta el pasar del tiempo a través de la luz.

Y para que el funcionamiento sea perfecto, Iván Larrea Bellod incorpora un mecanismo basculante tambien de piedra con un eje de metal que debe ser accionado manualmente cada 4 meses, preferiblemente en el inicio de los solsticios y los equinocios, a fin de que los rayos del sol caigan perpendiculares a la tabla de piedra. Básicamente consiste en un gran tornillo con el que se controla la inclinación más hacia arriba o hacia abajo de la tabla respecto al sol. Es para que las horas se vean bien con los rayos del sol y para que sea exacto: es decir, será el rayo de luz que pasa por el canal hecho en la piedra, el que marque la hora pero no de cualquiera, sino sólo los que estén orientados al sol en un determinado ángulo que es la orientación de la hora que marca. Como en todos los relojes “ecuatoriales” su exactitud en cada época del año depende de la inclinación del cuadrante, de manera que según la estación, la tabla tendrá que estar unos grados más vertical o más tumbada. En el solsticio de verano estará más vertical y en el de invierno, más horizontal. Larrea podría haber puesto un sistema automático y además programado para conseguir esa inclinación adecuada a cada periodo de tiempo, pero no lo ha hecho a propósito, para que sea un ser humano quien cada esos 4 meses, accione el mecanismo y así hacer siempre tomar conciencia del paso del tiempo. En concreto ahora, lo ha puesto en la inclinación de la latitud de la situación geográfica, ajustado al momento de la inauguración en el solsticio de verano (1). Así pues su exactitud está sujeta a los cambios en los inicios estacionales, porque para él en esta pieza artística, para expresar lo que quiere transmitir, es vital la intervención del ser humano y tomar conciencia del paso del tiempo.

Iván Larrea Bellod, siempre conjuga la estética del diseño con el rigor en el cometido del encargo del que es objeto. Esta escultura-reloj de sol es un homenaje al paso del tiempo, a la piedra la resina y el metal, esenciales en el desarrollo de la industria del mármol y sustento principal de la empresa de suministros “Sumarcoop” gracias a la cual innumerables familias han vivido durante los últimos 50 años. Comprometido con sus gentes y el cariño compartido hacia este material con el que trabaja en sus obras, Larrea contribuye a difundir la importancia de la industria lítica para muchos pueblos de Alicante, con esta pieza artística excepcional.

(1) Se inauguró el pasado 27 de Junio, en la plaza ajardinada a la entrada de “Sumarcoop” (ahora “Novaxis”) , km 215 de la autovía Madrid-Alicante A31, pasado Elda. Tony Pérez, Presidente de la Diputación de Alicante, participó en el acto junto a otras personalidades del mundo empresarial y político local, interesándose muy especialmente por el funcionamiento de esta original escultura solar.