06JUN25 – MADRID.- Hace tiempo, parecía que los vinos de Madrid eran el “patito feo” de los vinos españoles, que desmerecían ante otros caldos de nuestra geografía más reconocidos dentro de nuestras fronteras y también a nivel internacional. Pero ese cliché, afortunadamente, ya está superado, y ello gracias a valientes iniciativas como la de la Bodega Las Moradas de San Martín, situada en el término de San Martín de Valdeiglesias, en la vertiente madrileña de la sierra de Gredos (a 870 metros de altura).
Desde 1.999, la Bodega, ubicada cerca de Ávila y Toledo y aprovechando los viñedos del Pago de los Castillejos, el de mayor altura del municipio sanmartineño, se ha empeñado en crear unos “vinos con alma”, fruto de garnachas centenarias, que empezó a cultivar en el siglo XII la Orden del Císter, y de la albillo real, una variedad autóctona que están recuperando. En definitiva, tratan de sacar el mejor partido a estas dos variedades autóctonas.
Un terreno arenoso, un clima propicio y un entorno paisajístico envidiable le confieren a estos vinos una gran calidad y una personalidad y cuerpo únicos. Son ideales para envejecer en botella.
Precisamente la Bodega tiene especial cuidado en el respeto al entorno, y presume de su ecologismo, al tratar a sus caldos con la mínima intervención posible. De hecho, sus vinos cuentan con la correspondiente certificación ecológica.
El medio en el que crecen las vides es el mejor, con bosques de pinos, encinas, enebros; plantas aromáticas como la jara, el tomillo o el cantueso, que sin duda, influyen en los caldos, y una fauna en la que son frecuentes los ciervos, jabalíes, conejos, comadrejas…
Y respecto al nombre de Las Moradas, se trata como el lector más avisado habrá advertido, de un guiño claramente literario, a la última obra, “Las Moradas”, de una de las autoras más señaladas de la Mística española, Santa Teresa de Jesús, además primera Doctora de la Iglesia. Aparte de ese detalle, no menor, las botellas van identificadas con nombres de autores españoles contemporáneos, como Lorenzo Silva, Ángeles Caso, Andrés Trapiello o Espido Freire, entre otros.
Por último, la Bodega Las Moradas de San Martin trata de crear cultura de vino, con experiencias que, además de la visita a sus viñedos y bodega, incluye cata bajo las estrellas, talleres de poda y vendimia, trekking entre viñedos, o una inmersión garnacha.
Por si el visitante no ha tenido suficiente con estas actividades y es aficionado al senderismo, puede hacer parte del Camino de Santiago de Levante, ya que la Etapa 19, que transcurre entre Cadalso y San Martín de Valdeiglesias, discurre muy próximo a la bodega.
También se puede visitar el magnífico Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias. De hecho, San Martín de Valdeiglesias es, desde los tiempos del rey Alfonso VII, cabecera de una comarca, en donde floreció la vida monástica. En esa ruta, destacan también la iglesia de Almorox (ya en la provincia de Toledo), y la ermita de Sangre.