01MAY25 – MADRID.- El Director del Museo de América, Andrés Gutiérrez Usillos; el presidente de la Fundación de los Pizarro, Hernando de Orellana-Pizarro y la escultora Patricia Larrea ha llevado a cabo un encuentro y tertulia sobre temas iberoamericana, en la sede del citado Museo.
Entre los temas abordados: la historia y actividades expositivas de la Fundación Obra Pía de los Pizarro en Trujillo-Extremadura y algunos aspectos del Museo de América, como la historia del cuadro “La hija del Virrey o la reciente adquisición de un baúl mexicano del tiempo del Virreinato, procedente de la colección de arte Hans Rudolf Gerstenmaier.
Después se hizo un recorrido por las colecciones del Museo de América, que el director del mismo fue comentando y se detuvo de modo especial en el cuadro “Dª María Luisa de Toledo La hija del Virrey”.
En 2018, el Museo de América presentó una exposición temporal, comisariada por Andrés Gutiérrez Usillos y centrada en un retrato, pintado hacia 1670 y hasta ahora anónimo, de Dª María Luisa de Toledo (hija del Marqués de Mancera, Virrey de Nueva España).
La sugerente mirada contrapuesta de las dos mujeres que comparten espacio en un mismo retrato ha dado lugar a esta exposición temporal en torno al origen de este lienzo, los personajes que aparecen en él y sobre todo al mundo femenino que los rodea. A una dama ricamente vestida, le acompaña una mujer indígena de pequeña estatura y con el rostro totalmente tatuado. La interesante pintura se recogió, durante el proceso de desamortización (1835), en el Convento de Ntra. Sra. de la Salutación en Madrid (vulgo Constantinopla), junto a otras obras de la misma propietaria.
Se trata de Dª María Luisa de Toledo y Carreto, que ingresó allí como monja de velo negro y coro al final de sus días. Ella fue la hija única del marqués de Mancera, Antonio Sebastián de Toledo, virrey en la Nueva España entre 1664 y 1673. En los inventarios de bienes se puede reconocer el apego por la tierra novohispana, los sabores y su arte. En esta muestra se ha procurado recrear el fabuloso ajuar que adquieren ella y su madre en México.
El relato por tanto se articula en torno a los dos mundos que se sobreponen o contraponen en la América virreinal, el hispano y el indígena, con una perspectiva, además, femenina. La detallada descripción de los objetos de los inventarios de esta dama, permite no solo hacernos una idea de la composición de su rico ajuar y la ayoprocedencia asiática o americana de buena parte de él, sino también del modo de vida, las inquietudes y obsesiones de la familia, para acercar la comprensión de un mundo barroco lejano en el tiempo.
La próxima exposición del M