Ecología y Sostenibilidad

Asunto pendiente: Lo que nos enseña la ciencia del cambio climático, lo que no y porque importa

“La Cueva del Lobo...”

Steven Koonin - Ben Bella Books El autor al que muchos citan, pero pocos han leído.

Ignacio Vasallo | Domingo 15 de enero de 2023

15ENE23 – MADRID.- Tanto ilustrados filósofos, como no tan ilustrados políticos, en ambos casos negacionistas del cambio climático, citan a Koonin para acreditar sus propias posiciones. Además, nunca se olvidan de mencionar que fue subsecretario de Ciencia en el Ministerio de la Energía con Obama.



En realidad, el prestigioso profesor, no es un negacionista sino un escéptico. El propio título del libro en el que expone sus teorías lo deja claro: Unsettled significa sin decidir, sin resolver, un asunto pendiente. Lo que ocurre es que mucho me temo que los que le citan, en general lo hacen de oídas, bien por carecer de los conocimientos científicos suficientes, bien por no dominar el inglés -el libro no está traducido al español- Yo, que me incluyo entre los primeros, me he enfrentado a las 321 páginas con la osadía del ignorante: entendía las palabras, pero a veces me costaba entender lo que el autor quería que dijeran. Me las leí una a una, con esfuerzo, pero lo hice. Mi conclusión es que no hacía falta tanta jerga científica para explicar sus teorías que, por otra parte, son interesantes. Las amplias páginas dedicadas al albedo son un ejemplo de cómo hubiera bastado con una breve explicación. A propósito, para quien no lo sepa, yo no lo sabía, el efecto albedo es la propiedad que tiene cualquier cuerpo para reflejar la radiación solar.

Conscientes de esas limitaciones, la pequeña editorial Ben Bella hizo una tirada inicial de 15.000 ejemplares que, tras el imprevisto éxito, se convirtieron en más de 100.000, vendidos casi exclusivamente en Estados Unidos que es, además, el país en el que se centran la mayor parte de los estudios que se mencionan en el texto.

El libro salió a la luz unos meses antes de la invasión rusa de Ucrania que ha puesto patas arriba el mercado mundial del gas y del petróleo con efectos secundarios en el resto de los procesos de generación de energía.

Amparándose en el “2017 climate science special report” realizado por encargo de varias agencias federales americanas y en otros trabajos seleccionados, asegura que la temperatura no ha aumentado en los últimos 100 años, ni el nivel del mar ha subido; lo que da alas a los negacionistas, pero al tiempo afirma que hay que mejorar la eficiencia del uso de combustible por ejemplo en los coches de gasolina, dirigiendo la producción hacia los híbridos y eléctricos, al tiempo que hay que reducir las emisiones de metano.

Todas las políticas deben ser analizadas desde el punto de vista del coste beneficio. En ese sentido es posible que la adaptación al calentamiento -ahora admite que se pueda producir- será más efectiva que las medidas para paliarlo.

En el mismo año 2021 otro informe realizado por encargo de las Naciones Unidas, basado en más de 14.000 estudios y aprobado por 195 gobiernos, está considerado como el más completo al respecto. Se preparó para la cumbre de Glasgow de ese año. En el se marca el objetivo de no sobrepasar el incremento de 1,5 grados sobre los niveles preindustriales. Asegura el informe que la última década ha sido la más caliente en 125.000 años, que el nivel del mar ha subido mas de 15 centímetros en el ultimo siglo con una aceleración de la tendencia desde 2006 y que todo ello es debido la acción humana.

Para Koonin el consenso sobre la crisis climática tal y como lo presentan los medios no está basado en la ciencia; además “la histeria del periodismo” al informar sobre el clima dificulta una discusión objetiva.

Evitando las afirmaciones rotundas se pregunta si los billones de dólares que se van a gastar en paliar el calentamiento global estarán bien gastados o nos vamos a encontrar con un uso inadecuado de enormes recursos para resolver una crisis que a lo mejor no existe.

En el lado positivo destaca que los políticos y la opinión pública-se refiere a Estados Unidos- están empezando a entender la importancia de contar con energía barata y abundante y de las dificultades que existen para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

En los dos grandes sectores afectados por las políticas estatales relacionadas con el cambio climático: el del transporte y el de la energía, es necesario que los cambios recomendados sean fiables y efectivos económicamente lo que es imposible si se hacen demasiado deprisa.

Posiciones alejadas de las conclusiones del COP 27 celebrado este mes de noviembre en Sharm- el- Sheikh donde el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha asegurado que “circulamos por la autopista hacia el infierno climático” por lo que las medidas deben ser urgentes.

Koonin está convencido de que no se cumplirán ninguno de los objetivos de las diversas agendas internacionales, por el excesivo coste, ya que los gobiernos tendrían que aumentar notablemente los impuestos y las tasas específicas, pero carecen de capital político para hacerlo.

Pero sobre todo lo que pide es que sigan los estudios sobre esta materia. Aún tenemos demasiadas lagunas, lo que impide que los políticos tomen decisiones basada sen informaciones completas y actualizadas.

En resumen. no creo que Koonin se deje entronizar como santo patrón de los negacionistas.