Opinión

Mi padre un gigante. Un director de orquesta

Opinión: “Mi Pequeño Manhattan...”

Así lo veo, desde la pequeñez de mi vejez.

Germán Ubillos Orsolich | Domingo 20 de marzo de 2022

19MAR22 – MADRID.- Quizá esté cerca de él o muy lejos, no lo sé. Quizá lo volveré a ver o no lo vea jamás. Pero me llevo el regusto en el alma y en la mirada de haber sido hijo de un verdadero titán, un tipo de hombres que ya no existen.



Siento deciros que mi visión de la actualidad no es favorable, no me gusta el mundo que me rodea ahora, tengo el recuerdo de seres maravillosos como la tía Angelina, tía de mi madre, o Pepi, tía también soltera de unos amigos de mis padres; de Águeda, la señorita de compañía que me cuidaba siempre, y de seres de ese mismo estilo. Una época pobre de un país inmensamente rico en bondad, austeridad y valores, al que acudía Gary Cooper o Charlton Heston o Gerald Brenan para admirar su esencia.

No sé si Putin nos dará la estocada, pero este planeta azul girando sobre su órbita, recalentado hasta los tuétanos y contaminado por virus como el del Covi, puede mandarnos al diablo en cualquier momento. Yo sé que me voy, queridísimos lectores, pero sé que he degustado lo mejor de España, y eso se lo debo a los años cuarenta y cincuenta del siglo ya pasado. ¡Ah y a mi famoso “Mal de Pott”, que me tuvo escayolado e inmóvil durante cuatro años mirando hacia los cielos!, quizá al lugar donde Cristo se elevó ante la atónita mirada de sus apóstoles, esperando su retorno.

Aunque sé a ciencia cierta que ahora en mi silla de ruedas y con el andador, cercano a los ochenta, iré pronto hacia Él.