Opinión

Viéndolas venir

Opinión: “Mi Pequeño Manhattan...”

Germán Ubillos Orsolich | Sábado 23 de mayo de 2020

22MAY20 – MADRID.- Viendo las caceroladas, el confinamiento prolongado de ciertos sectores del país, el claro enfrentamiento de las llamadas dos Españas, la Constitucionalista y la republicana, vienen a mi mente los horrores de una guerra civil que no llegué a conocer por los pelos, pues me dio por nacer el 1943, en Madrid, pero si oír contar reiteradamente a nuestros padres anécdotas horripilantes como aquella en la que mi padre, teniente de regulares en el bando nacional, estando en el frente de Teruel y ausentándose de su destacamento unos ciento cincuenta metros, para orinar y fumar un cigarro, cuando volvió se encontró a todo su destacamento despedazado por la caída de una bomba.



Y aquel otro de su amigo Valentín Z. que según echaba el cierre de su negocio en la capital, oyó a alguien que al pasar a su lado le susurró al oído: “Han matado a Antonio Ubillos” (primo de mi padre, con quien esquiaban juntos).

Zornoza sobrecogido subió a su casa, un piso enfrente, pero ya estaban los milicianos aporreando su puerta, pensó en tirarse por la ventana, pero en un raro reflejo les abrió (estaban éstos cargando sus armas) y les enseñó un billete de trasporte del partido comunista y un ejemplar de “El Capital”, de Carlos Marx; ante “aquellas pruebas” los hombres armados murmuraron: “es compañero, vámonos”. Y acto seguido salieron.

Valentín Z. se dejó caer en una silla y cogiendo una botella de coñac se bebió media de un trago. Aquella noche estuvo borracho.

Esto es la Guerra Civil, amigos, pero entonces había mucha necesidad en uno de los bandos……

Esperen la hambruna que se avecina originada por el parón total fruto del siniestro Coronavirus, y ya tienen el detalle que faltaba.