Por Mafer – desde Santiago de Chile
19MAR20 .- ...y cuando el hombre se creía superior, cuando se ufanaba de hacer edificios que le quitaban la luz al sol. De hacer puentes que le quitaban espacios a ríos y mares. De perforar inmensos cerros para prolongar sus carreteras. De construir lujosos hoteles y departamentos quitándole espacio a los bordes costeros. De arrasar en ríos y mares con inocentes especies. De vaciar basura en limpias aguas. De desviar a voluntad cursos de ríos diseñados inicialmente por la madre naturaleza...
Cuando todo eso estaba ocurriendo, vino un virus microscópico a recordarnos que no somos nada; y que en la vida todo es prestado. Países ricos y países pobres se encuentran igualmente de rodillas. Mandatarios poderosos y millonarios famosos, por igual, dependen en estos momentos de los demás, incluso de jóvenes y niños. Hoy el resto del mundo, ese mundo anónimo tiene la palabra. Solo la solidaridad y el ponerse en el lugar de los demás (para muchos por primera vez), nos podrá llevar al otro lado de la rivera viral. La naturaleza ya nos ha hecho su emplazamiento... y sólo espera nuestra respuesta.