28JUL19 – POLANCO (CANTABRIA).- La localidad cántabra de Polanco es sede del museo de la escuela rural, un centro que es visitado por todos aquellos que quieren conocer la historia de nuestra formación escolar.
La peña cultural-gastronómica “Los Compangos” aprovechó su última reunión mensual para girar un detenido recorrido al Centro de Recursos, Interpretación y Estudios de la Escuela, donde José Antonio González mostró sus instalaciones y guió la visita con detallas explicaciones.
El centro se ubica en un edificio de 3 plantas, que fue casa del escritor José María Pereda y que tras diversas reformas fue inaugurado el 30 de marzo de 1999.Tiene exposiciones permanentes sobre la escuela en el siglo XIX, en la Restauración de Alfonso XIII, en la II República y en la época Franquista. Además, programa muestras temporales.
Se creó con la finalidad de conservar y, en la medida de lo posible, recuperar todos los elementos materiales y documentales que configuran el patrimonio escolar de Cantabria. El Área de Investigación y Documentación se encarga de reunir y clasificar materiales y documentación escolares que, por su antigüedad o significación, pueden ser objeto de estudio. La biblioteca está especializada en manuales escolares antiguos y en publicaciones y material gráfico sobre la historia de la escuela.
En el Área de difusión y dinamización se promocionan actividades dirigidas a incentivar entre escolares, maestros y demás miembros de la comunidad educativa, el respeto hacia aquellos elementos de nuestro patrimonio educativo y valores de la escuela en su intento de salvaguardar la memoria histórica.
Pupitres, mapas, libros, cuadernos, material de laboratorio y carteles forman las, cada vez más amplias colecciones de este centro.
“Los Compangos”, observaron, además, la casona de José María Pereda, el edificio del Ayuntamiento, sus parques y sus establecimientos de hostelería. Posteriormente, se trasladaron a Torrelavega para almorzar en La Villa de Santillana.
“Los Compangos” es un colectivo cántabro, formado por gentes de las más variadas profesiones, que tienen por nexo común su amor a la gastronomía y la defensa y promoción de la cocina regional. Durante este año, vienen sus miembros recorriendo las diversas comarcas de Cantabria para degustar un menú fijo compuesto por rabas, cocido montañés y leche frita, y que, después, puntúan para elegir el mejor. Su última visita fue a los Valles Pasiegos.