18JUN19 – MADRID.- Con el verano y el ritual de bronceado aumenta el riesgo de enfermedades de la piel, como el melanoma, un cáncer de piel muy peligroso. Los dermatólogos aconsejan, en primer lugar, la prevención, así como una visita al médico lal regresar de las vacaciones. Aprende las precauciones que debes seguir al tomar el sol en este verano.
Si bien es cierto que tomar el sol nos brinda una dosis necesaria de vitamina D, el exceso de exposición puede traducirse en graves consecuencias para la salud. Esto no significa que debas estar encerrado sin disfrutar de la playa o de la piscina, sino que debes cuidarte.
Se ha demostrado que el sol en exceso es dañino sin importar la estación, pero el riesgo aumenta en el verano porque incrementa el índice UV. Los peligros de tomar sol se multiplican cuando se hace entre las 11:00 y las 15:00, ya que llega con mayor intensidad. Por eso es mejor broncearse en unas horas diferentes a las mencionadas.
No importa que uses protector solar, pues a pesar de su efecto protector, los rayos UV pueden penetrar y llegar a la dermis. Y aquí comienzan los problemas y los efectos negativos.
Primero dañan el ADN de las células de la piel. En la mayoría de los casos, si este daño no se repara conduce a la muerte de las propias células. A veces también pueden transformar algunas células en un tumor canceroso, haciendo que crezcan incontrolablemente.
¿Por qué ocurre esto? El peligro radica en la radiación ultravioleta (UV), especialmente porque es invisible y no proporciona una sensación de calor. Los rayos UVA son responsables del envejecimiento acelerado de la piel, donde penetran profundamente.
Más superficiales, los rayos UVB son los rayos que nos broncean al estimular nuestra producción de melanina. Ambos tipos de rayos pueden causar daños irreversibles a la salud cuando la exposición es demasiado intensa.
En una dosis demasiado alta, los rayos UV pueden causar:
Existen diversos tipos de piel y todas requieren protección. Sin embargo, deben ser mayores los cuidados en las pieles 1 (aquella muy clara con ausencia casi total de melanina), y 2 (piel clara con poca cantidad de melanina). Estas pieles presentan una capacidad de defensa es bastante baja, lo que aumenta el riesgo de daño permanente.
Si quieres protección óptima contra los rayos del sol durante el verano, podrás conseguirla poniendo en práctica las siguientes recomendaciones: