16AGO18 – MADRID.- Es un hecho matemático que más de 1.200 millones de hombres en el mundo se afeitan todos los días. Todo hombre por naturaleza va a experimentar en algún momento de su vida el proceso de afeitado, como forma de cuidar su higiene. Desde épocas pasadas los romanos desenvainaron habitualmente sus espadas para recortarse el vello facial.
En la actualidad la cuchilla de afeitar y la maquinilla eléctrica se encuentran presentes en todos los cuartos de baño, y hay que reconocer que han mejorado de forma considerable tanto el apurado como el cuidado del afeitado. A pesar de esto, a ambas herramientas les ha surgido un viejo competidor: la navaja de afeitar.
Hay casos en los que los métodos a la vieja usanza son los mejores y este es uno de ellos. Ahora que la moda de dejarse barba se va desvaneciendo poco a poco, la navaja vuelve a gozar de popularidad, ya que con ella nos aseguramos de un afeitado mucho más limpio y proporciona una mayor sensación de placer.
El afeitado con navaja es lo que conocemos como afeitado clásico. Es el que empleaban nuestros abuelos para recortar sus barbas a diario.
Para el mantenimiento de la navaja esta debe ser afilada al menos dos veces al año, al mismo tiempo que debe ser “asentada” con un asentador de cuero, antes y después del afeitado, con el objetivo de que el filo quede alineado.
La calidad del afeitado dependerá tanto del afeitado como de la crema, la cual se aplica en la cara dando masajes suaves a modo de círculos. De esta forma conseguiremos ejercer una ligera acción exfoliante sobre la piel. Cuanto más tiempo esté la crema en la cara mejor, ya que la hidratación, protección y deslizamiento serán mayores.
Al realizar un afeitado clásico existe la posibilidad de que se produzcan pequeñas heridas. Las áreas más difíciles son el mentón y la parte del cuello, debido a la presencia de remolinos de pelo que crecen en ambas direcciones. El afeitado en estas suele presentar irritación y la aparición de pequeños bultos que pueden infectarse. Este vello enredado se conoce como foliculitis y el 80% de los varones adultos ha padecido en algún momento ese problema.
La frecuencia de afeitado solo influye en la piel, pero no en el pelo, ni a su fortaleza y crecimiento. Dicho esto, no es necesario afeitarse todos los días para conseguir un pelo más consistente y fuerte.
El afeitado debe realizarse en la dirección de la piel, para evitar en la medida de lo posible la irritación. El orden a seguir tiene como punto de partida las patillas, para continuar con la zona del cuello, seguir con la parte de la barbilla y finalizar con el bigote.
Tras leer este artículo quizá se haya despertado en ti el deseo de hacerte con una buena navaja de afeitar, para comprobar de primera mano las mejoras respecto a otras herramientas similares como maquinillas y cuchillas.
Por este motivo recomendamos las navajas de afeitar de Gifts & Care. Con sus piezas elaboradas de forma artesanal por los mejores fabricantes, proporcionan una experiencia de afeitado más intensa y libre de posibles irritaciones.
Con este tipo de navajas conseguirás la mayor capacidad de rasurado. La comodidad es un factor determinante para optar por ellas.
El afeitado clásico mediante navaja es una opción interesante y goza de grandes beneficios. Merece la pena probar estos métodos tradicionales de afeitado, ya que muchas veces los métodos antiguos superan a los nuevos en muchos aspectos. Hay que dar una oportunidad al afeitado clásico y si por cualquier motivo no nos gusta siempre podemos volver al que usábamos previamente.