La cordillera se oculta
tras una máscara de niebla,
como cabellera lánguida
brota de su cima la nieve.
Desde su silencio
escucha el sonido de la ciudad
y la protege.
Los altos edificios,
–esfuerzo inútil–,
intentan alcanzarla.
La cordillera protege
a aquél que no la desafía.
Su perfil define
mi presencia.
Javier Díaz Gil
(Del libro “Regresar a Chile”, Ed. Lastura, Madrid, 2017)