16SEP17 – MADRID.- A los dueños de gatos, los propietarios de perros los miran con distancia. Consideran que son seres masoquistas a quienes les gusta ser ignorados y cuyo amor jamás será correspondido. Un error. La psicología felina ha demostrado que los gatos pueden dar tanto o más amor que un perro. Eso sí, a su manera. Le presentamos tres mitos muy comunes sobre los gatos.
Mucha gente cree que los gatos son unos interesados y que no saben dar amor. Un reciente estudio de la Universidad de Oregon (EE.UU.) encontró que los gatos quieren tanto a sus amos, como los perros. Ellos prefieren estar con sus humanos antes que recibir un plato de comida. Lo que pasa, y esa es la fuente de toda la confusión, es que los gatos expresan el amor de manera distinta que los perros. Y es que como son tan independientes pues requieren tiempo a solas.
Estas mascotas son muy voluntariosas, pero si elige el momento adecuado, entrenarlo será sencillo. Lo más importante: estar muy pendiente de sus momentos más sociales para educarlo. El juego será su gran aliado. Pero no lo acostumbre a jugar con sus manos y si hay un arañazo o una mordida usted le toca la nariz y deja de interactuar con el. Así entenderá que ese no es un comportamiento adecuado. Cómprele juguetes que suenen, con texturas y esencias. Y acarícielo, el contacto positivo es necesario. Si le dedica 20 minutos a lo largo del día, verá como su gato lo busca cada vez más.
A estas mascotas las relacionan con la toxoplasmosis, un tema que no se puede tomar a la ligera. Si su gato está bien cuidado, no representa ningún riesgo. Tanto médicos como veterinarios están de acuerdo: la posibilidad de que un felino doméstico contamine a una mujer embarazada a través de sus heces es casi nulo. De hecho, la enfermedad suele pasarse por ingerir carne mal cocinada o fruta y verdura mal lavada. Si la mujer ya está inmunizada frente al virus, no existe ninguna probabilidad de que el feto se infecte. No lo abandone en caso de embarazo. Aproveche todos los beneficios emocionales que un gato le da a una mujer embarazada: ayuda a manejar la depresión y es muy protector con su dueña.