02AGO17.- Ayer con motivo de mi cumpleaños quise regresar un poco más temprano a casa. Además por andar un tanto complicado con mi maletín y un par de bolsas con unos paquetes de regalos, decidí tomar un taxi. Un tramo que generalmente tiene un costo de $1.000 o algo más.
El conductor al verme algo contrariado al subir, me dice, después del saludo de rigor: "le tocó andar comprando regalos". Y le respondo: "no, es que hoy estoy de cumpleaños y a lo largo del día se me han ido juntando algunos presentes".Y el tema derivó posteriormente en comentarios de fútbol.
Algunas cuadras después, al indicarle en que esquina me bajaba, le pregunto:" ¿Cuánto salió?" y me contesta: "Bájese no más, que va a llegar tarde a su cumpleaños, es mi regalo".
Un gran momento de emoción... que sólo costó $1.000.