Juan Salvador gaviota descubrió que el aburrimiento, miedo y odio son las razones por las que la vida es tan corta. Un día se elevó tan alto que al caer en picada perdió el control y se estrelló contra el agua, al recobrar el sentido se prometió ser como las otras gaviotas… el precio de aprender a volar estaba siendo muy alto; soledad, incomprensión, la presión de no obedecer a las reglas, exclusión… Sin embargo esa misma noche voló más alto que nunca, solitario y pacífico planeando en su querido vuelo. Cuanto más alto volaba, sus pensamientos se volvían más puros y sinceros, olvidándose del miedo, y de todo aquello que se da por hecho. Él era Juan Salvador Gaviota, el cielo para él no es un lugar ni un tiempo, el cielo consiste en ser perfecto. Si una gaviota aprendió a hacer acrobacias durante su vuelo, ¿a qué esperas? A estrellarte contra el mar no le tengas miedo, elimina de tus pensamientos el odio y el aburrimiento, la vida dejará de depender del tiempo, el "segundo" convertido en infinito… emprende el vuelo.
Un abrazo,
Maica Rivera
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