15JUL16.- Los barones con más peso quieren impedir a toda costa unas terceras elecciones y pretenden que Sánchez cargue con 'las culpas' de la abstención antes de abrirle la puerta en el Congreso del próximo otoño. El todavía Secretario general, no quiere cargar con la responsabilidad y pretende que, en todo caso, sea una decisión de la militancia o del Comité Federal.
La guerra en el seno de los socialistas españolesestá abierta. Puede ser más o menos soterrada, pero existe, y amenaza además -a labatalla entrePedro Sánchez y alguno de los más significativosbarones y baronesas regionales nos referimos-, con ser cruenta.
Dura y cruel hasta el punto de que alguna de las fuentes consultadas por lainformacion.com asegura que: "en alguna de lasfederaciones más enfrentadas al Secretario general, Pedro Sánchez" (Andalucía, Asturias, Aragón, Valencia, Castilla La Mancha o Extremadura), "piensan que la abstención al final para permitir la gobernabilidad de Rajoy", que dan por hecha, "tiene que ser el 'último servicio de Sánchez' al partido antes de sustituirle en el Congreso de septiembre por otro líder".
Aunque el Comité Federal del sábado 9 de junio no votó ninguna resolución, el cónclave socialista, máximo órgano del partido entre congresos, sí puso tres líneas rojas: No buscar una alternativa de Gobierno si Mariano Rajoy fracasa en una primera oportunidad; votar no en esa primera sesión de investidura a Rajoy y no a unas terceras elecciones.
Con estas tres premisas sólo cabe una salida: Permitir la gobernabilidad a Rajoy y al PP, sobre todo si el actual Presidente del Gobierno en funciones se presenta ante el Congreso de los Diputados con un acuerdo con Ciudadanos y Coalición Canaria, que le situaría en los 170 escaños, a sólo seis de la mayoría absoluta. Ante esa tesitura, los barones de más peso en el PSOE, hablamos deSusana Díaz, Javier Fernández, Guillermo Fernández Vara, Javier Lambán, Emiliano García Page... consideran que deben abstenerse o al menos facilitar una mínima abstención, con media docena de ausencia sería suficiente, para que haya Gobierno y no vayamos a unas terceras elecciones.
Y es que piensan que si ésto se da, además de ser un desastre para el país, y el PSOE siempre ha tenido sentido de estado y responsabilidad, dicen, se pondría en bandeja la mayoría absoluta para el PP en esos terceros comicios.
La situación es, pues, la siguiente: Será inevitable propiciar, al final, la gobernabilidad de Rajoy, pero es un 'marrón'a la vez. Hay que ver quién carga con él. Esa es la pelea.
La intervención el sábado, a puerta cerrada, de alguien con tanto peso en el socialismo español actual como el Presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, a quien muchos consideran el verdadero referente político, ideológico y moral del partido, difundida ayer por Antena 3, lo deja bien claro: "labrecha que nos separa del PP es alarmante y cuestiona el hecho de que podamos ser opción de gobierno (...) plantear un gobierno alternativo es un imposible de llevar", dijo Fernández, quien añadió que si "hay unas elecciones estaremos empedrando el camino de una mayoría absoluta del PP".
La andaluza Susana Díaz ya lo dijo también: "La posibilidad de que podamos plantear una alternativa de Gobierno es una auténtica pesadilla". Y es que esa era la idea que estuvo barajando durante días, en su retiro en Almería, en la playa de Mojácar, tras las elecciones del 26J, Pedro Sánchez. Intentar ensamblar un acuerdo de Gobierno si Rajoy fracasaba en su intento. Y en ello se puso a trabajar haciendo que sus barones afines, la balear Francina Armengol, el catalán Iceta o el castellanoleonés, Luis Tudanca, lanzaran el globo sonda días antes del Comité Federal, durante la ronda de consultas que el Secretario general llevó a cabo con los líderes territoriales.
Pero los de más peso entre éstos le pararon los pies y le dijeron: ¡No! Sánchez.Y Sánchez supo, ese mismo día, que su suerte como Secretario general del PSOE estaba echada porque su única salida era esa, encabezar, in extremis, un Gobierno alternativo al PP con Podemos y los nacionalistas... Es más, su cambio de postura, a regañadientes, ya pudo atisbarse tras la reunión que mantuvo el miércoles con Rajoy en el en el Congreso: "A día de hoy" votarán "no". Antes era: "No y no".
Con estas premisas, la batalla está servida, el Secretario general, si hay que abstenerse a última hora para que España no esté abocada a unas terceras elecciones, a ello le van a abocar sus barones, pretende que este paso lo decida, en último caso, la militancia (hace tiempo que baraja una consulta a las bases para que éstas decidan el voto en la investidura) o, quizás, un nuevo Comité Federal. Así, piensa Pedro Sánchez, él no cargaría con las 'supuestas culpas' de permitir un nuevo gobierno de Mariano Rajoy y el PP.
Los barones, por su parte, los de mayor fuerza orgánica, quieren dejarle gestionar la investidura y que parezca, ante la opinión pública, que sea él quien ha decidido abstenerse y dejar paso a Mariano Rajoy. Así piensan que se irá 'abrasando' con el proceso y ante la militancia. Porque además, creen, es quién les ha llevado a esta situación, a los peores resultados de la historia, y eso debe de tener un precio, piensan.
Éste sería su último servicio, gran servicio, al partido, piensan sus adversarios dentro del PSOE, antes de 'dejarle caer' en el Congreso Federal, que se celebrará posiblemente en noviembre, y del que saldrá, así lo piensan en Andalucía, Asturias, Aragón, Extremadura, Castilla La Mancha.. y hasta en Madrid, el nuevo Secretario general del PSOE.
Quién sabe, ya se oyen los nombres de Susana Díaz, Eduardo Madina, Carme Chacón, Patxi López... e incluso, el de Javier Fernández
FUENTE: LAINFORMACION.COM - POR IÑAKI ETXARRI - 15/07/2016