21ABR-16.- El elenco de "Toro", el último filme del director Kike Maíllo, ha presentado este thriller en el que "lo importante" no son sólo las escenas de acción, sino que éstas "cuentan algo", y que narra las "48 horas frenéticas" que se suceden tras el reencuentro de dos hermanos, interpretados por Mario Casas y Luis Tosar, después cinco años sin verse.
Ellos emprenden un viaje por una Andalucía violenta, mítica, agreste y salvaje, un periplo en el que aparecen las viejas heridas del pasado y en el que los hermanos se ven obligados a reconciliarse para salvar sus vidas.
A pesar de que la acción del filme se sitúa al sur de España, este ha sido rodado en varias comunidades autónomas, entre ellas Galicia, lo que provoca que "Toro" se convierta en una película "multiregional", en palabras de Luis Tosar, que ha realizado un paralelismo entre esta "multiautonomía" del rodaje y lo "multicultural" de la trama, que refleja "muchos mundos que conviven en la península".
"Es una película hecha desde la verdad más absoluta y con un reparto de lujo. Tuvimos mucha suerte porque pudimos trabajar en ensayos y desarrollar bien los personajes", ha continuado Tosar, que ha reconocido que con "Toro" las pantallas se inundarán "de un material muy bizarro".
Estético, ha explicado, se asemeja a una "road movie" en la que el personaje interpretado por Mario Casas "tiene tiempo de hacer todo tipo de cafradas y de convertirse en el nuevo héroe de acción del cine español".
Este último ha confirmado las palabras de su compañero y ha destacado las escenas de alto riesgo a las que se ha enfrentado y que le han obligado a "saltar desde un decimoquinto piso rodando en Torremolinos" o a cargar con el peso de una persecución en coche en el puerto de Vigo, uno de los lugares de la ciudad seleccionados como localización.