El pasado mes aumentó la temperatura media de la superficie 1,35ºC, lo que desató una ola de advertencias de emergencia climática. El resultado fue "otro recordatorio del constante aumento a largo plazo de la temperatura global resultante y de los gases de efecto invernadero producidos por el hombre", escribieron Jeff Masters y Bob Henson en Weather Underground.
Cuando se creía que los límites de temperatura alcanzados en enero no podrían superarse durante el invierno, llegó febrero. Las alarmas de emergencia climática se dispararon tras la subida de 1,35 grados la temperatura media de la superficie terrestre durante el mes pasado, lo que convierte el pasado febrero en el más caluroso desde que se tienen registros.
Según publica el diario británico The Guardian, las temperaturas de febrero rompieron los registros mensuales registrados en enero, sin precedentes en años anteriores, según los datos de la NASA.
El análisis preliminar de principios de marzo confirmó el récord en altas temperaturas, teniendo en cuenta el invierno y el mes de febrero de años anteriores. Sin embargo, el mes más cálido se registrará durante el verano en el hemisferio norte, que es cuando se calienta la mayor parte de la masa terrestre del planeta.
La emergencia climática disparó las alarmas por la subida de 1,35 grados de la temperatura media de la superficie de la tierra y del mar,tomando como referencia el período comprendido entre 1951 y 1980.
Los últimos datos obtenidos por la NASA confirman que enerotambién venció las temperaturas promedio de dicho mes en el período de referencia,con un aumento de 1,15 grados de media.
Algunos científicos encuentran en 'El Niño' más devastador de los últimos 18 años en el Océano Pacífico la causa de la revolución de los termómetros, desde que en 1998 el fenómeno provocara terribles consecuencias para los países afectados, con enormes inundaciones y sequía extrema, Sin embargo, El Niño de 1998 no fue tan fuerte como el actual. La ONU declaró el pasado 17 de febrero que 'El Niño' podría desencadenar una crisis alimentaria mundial.
Cerca de 100 millones de personas en el sur de África,Asia y América Latina se enfrentan a una grave crisis de escasez de agua y alimentos. Esta situación intensifica la vulnerabilidad de los países afectados por el Zika, según Naciones Unidas.
Además, las consecuencias que está teniendo en la agricultura(malas cosechas) y la salud de los países en desarrollo podría prolongarse hasta dos años.
El próximo año 40 millones de personas de las zonas rurales y 9 millones de las urbes afectadas por la sequía de Zimbabue, Mozambique, Sudáfrica, Zambia, Malawi y Swazilandianecesitarán asistencia alimentaria.
En Etiopía 10 millones de personas y 2,8 millones en Guatemala y Honduras sufrirán especialmente las consecuencias del fenómeno meteorológico que asola tres continentes, tal y como publica la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En Asia y el Pacífico millones de personas sufren las olas de calor, la escasez de agua y los incendios forestales, después de que 'El Niño' comenzara a atacar a mediados de 2015. Esto afecta a las cosechas y provoca la huida de cientos de personas a otros lugares en pos de una tierra fértil.
La fertilidad ha huido de los campos de la región sur de África y la importación de productos se ha convertido en una constante. La subida de precios de los bienes que se importan agrava la situación de los habitantes más vulnerables.
La sequía de África contrasta con las intensas lluvias que provocan desbordamientos de ríos e inundaciones de ciudades enteras en Perú, Ecuador, Paraguay y el sur de Brasil y complican la lucha contra el virus Zika, que es transmitido por el Aedes aegypti, que se reproduce en aguas estancadas.
Aunque se espera que 'El Niño' amaine su ataque en los próximos seis meses, los científicos lo califican como el peor registrado en los últimos 35 años a nivel global. "En Ecuador el del 98 devastó el país", declara a lainformacion.com Nicolás Torres, el médico ecuatoriano residente en la costa de la provincia de Esmeraldas,"Guayaquil y Chone se inudaron alrededor de una semana y media un metro de agua".
El resultado fue "una verdadera sorpresa yun recordatorio del constante aumento de la temperatura global y de los gases que provocan el efecto invernadero ", escribieron Jeff Masters y Bob Henson en el blog especializado Weather Underground.
Por su parte, Stefan Rahmstorf, del Instituto Postdam de Investigación del Impacto Climático de Alemania aseguró que “nos encontramos en una especia de emergencia climática, en una situación sin precedentes”.
FUENTE: LAINFORMACION.COM - POR MARTA BARDÓN - 14/03/2016